Las alarmas con el Metro de Quito quedaron encendidas. Sobre todo por el riesgo que habría en el sistema de radiocomunicaciones Tetra, encargado de enlazar el centro de control con trenes y estaciones.

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“Si este sistema falla, es como operar aviones en un aeropuerto a ciegas. Es como la comunicación entre aviones y la torre de control”, explicó Édison Yánez, exgerente del Metro de Quito.

A su criterio, un error en esta red puede derivar en accidentes graves. “Puede haber choques. Sí, la seguridad de todos está en riesgo”, sostuvo.

Metro de Quito: mantenimiento sin rumbo desde 2021

Yánez también cuestionó la falta de planificación en el mantenimiento. Señaló que existen entre 80 y 90 personas contratadas para esas labores, pero sin herramientas de inspección ni transferencia de conocimiento.

“¿Qué tipo de mantenimiento se hace? ¿Una revisión superficial? Después de dos años ya deberían tener equipos y personal capacitado. Lo contrario muestra que no se avanza”, manifestó.

Esta situación, agregó, se originó por la decisión del directorio de marzo de 2021 de contratar servicios bajo normativa nacional, en lugar de una alianza estratégica con un único operador. Los estudios internacionales —que costaron más de un millón de dólares— fueron desechados, pese a que recomendaban una gestión integral.

La advertencia de Motorola, multinacional que estuvo a cargo del sistema Tetra, es solo una parte del mantenimiento integral que el sistema debería tener.

Metro de Quito: críticas por uso político y “maquillaje”

Desde la visión ciudadana, el Metro también se percibe como una obra utilizada con fines políticos antes que técnicos. “Cada partido o Municipio mete su pensamiento, no hay continuidad. Lo que hacen es maquillar para que la gente se contente, pero en lo técnico no se ve nada”, comentó Antonio Narváez, usuario del Metro.

A su juicio, la inauguración fue más un espectáculo que una consolidación técnica. “Trabajé en entidades públicas y siempre era lo mismo: llegaba la autoridad a inaugurar y le ponían el telón, pero de fondo todo seguía igual”, recordó.

Usuarios reportan fallas en estaciones del Metro de Quito

Los usuarios también advierten la falta de control interno sobre el personal encargado del sistema. “Todo es como una escalera: el de arriba debe revisar al de abajo. Si hay obreros malos, deberían descartarlos. Lo que falta es supervisión”, opinó Édgar Trujillo.

Él se refirió a fallas concretas: “En El Recreo, las pantallas que indican el tiempo de espera ya están dañadas. En otras estaciones funcionan, pero ahí no. Y si algo se quema, parece que nadie lo cambia”.

Metro de Quito: riesgo económico y técnico sin contrato de mantenimiento

El impacto no solo es visible en pantallas dañadas o en la falta de supervisión. También se refleja en los costos. Mientras los estudios iniciales hablaban de 45 millones de dólares anuales para operación y mantenimiento, hoy el gasto supera los 100 millones, según Yánez.

Esto concuerda con las denuncias del concejal Andrés Campaña, quien alertó que en el último intento de contrato de mantenimiento el costo se incrementó en 19 millones de dólares.

“Un sistema metro bien mantenido dura 80 o 100 años. Pero sin cuidado desde el inicio, la vida útil se reduce y el mantenimiento se vuelve correctivo, más caro y más difícil de sostener”, argumentó Yánez.

Y eso no es todo: estos costos los asume la ciudad, dado que el sistema sigue sin ser autosustentable. Es decir, que el Metro de Quito “sale en contra” cada mes.

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