Los restos de Ericka Beatriz Vera Párraga aún no han sido sepultados. Permanecen en la vivienda de sus abuelos maternos, ubicada en la cooperativa Assad Bucaram del sector Pascuales, en el norte de Guayaquil.

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La joven, de 24 años, perdió la vida de manera trágica la mañana del martes 24 de junio, luego de que un contenedor se desprendiera del cabezal de un tráiler y cayera sobre ella. El impacto fue mortal y le causó la muerte de forma inmediata.

Ericka se encontraba en los exteriores del Mercado de Transferencia de Montebello, a un costado de la vía Perimetral. Su madre, Lilia Vera, relató entre lágrimas que su hija menor posiblemente se dirigía a tomar un bus o un taxi para regresar a su hogar, donde vivía con su pareja, sus tres hijos y su suegra.

"Tenía un mes sin verme. La última vez que vino a visitarme me dijo: ‘Mamita, sin ti me muero’. Y ahora soy yo la que está muriendo en vida", expresó la señora Lilia con profundo dolor. Contó además que su hija y el esposo de ella eran consumidores de sustancias estupefacientes, una situación que la preocupa por el bienestar de sus nietos.

Por esa razón, hizo un llamado urgente a las autoridades competentes para que se le permita asumir la custodia de los tres niños, quienes actualmente permanecen en una situación de vulnerabilidad.

La mañana de este viernes 27 de junio, personal del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) acudió al domicilio de la familia para brindar asistencia. Juan Carlos Manjarrez, coordinador zonal 8 del MIES, informó que se ha iniciado un proceso para ayudar a los deudos tanto con el sepelio como con otras gestiones sociales.

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“Estamos trabajando para garantizar que los restos de la joven puedan ser sepultados en un cementerio de Guayaquil y que su familia reciba el acompañamiento necesario”, indicó el funcionario.

Mientras tanto, el dolor por la pérdida y la incertidumbre sobre el futuro de los menores persisten en el hogar de los abuelos maternos, quienes esperan respuestas y ayuda oportuna.

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