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Niño asesinado en Guayaquil es velado en un 'cyber'

Hace poco, los seis sospechosos detenidos por el crimen de un niño, de 8 años, fueron procesados por el delito de asesinato, en la Unidad de Flagrancia, de la Unidad Judicial del Albán Borja, en el norte de Guayaquil.
Los individuos serán investigados por el delito de asesinato, tipificado en el artículo 140 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), cuya sanción va de los veintidós a los veintiséis años de privación de libertad, aunque las agravantes pueden aumentar la pena.

El niño, de 8 años, que fue asesinado y lanzado al 'Canal de la Muerte', cerca de la avenida Casuarina, en el noroeste de Guayaquil, es velado en un 'cyber' ubicado a pocos kilómetros del lugar donde fue encontrado ayer miércoles 23 de junio de 2016, a aproximadamente a las 06:00.

Tras el levantamiento, el cadáver fue trasladado al Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses, de la Policía Nacional, al finalizar la autopsia fue entregado a sus familiares, quienes no sabían cómo retirarlo, porque no tenían dinero para movilizarse, mucho menos para comprar un cofre mortuorio.

Sin embargo, el propietario de una funeraria le dio un féretro hasta que la madre pudiera comprarle uno adecuado a su tamaño, pues el que recibió tenía dimensiones para una persona adulta.

El sector donde habitaba el menor de edad se encuentra en las laderas de un cerro de la cooperativa Balerio Estacio y es de difícil acceso, por eso sus allegados decidieron velarlo en el local donde funciona un 'cyber'.

La mañana de este jueves 23 de junio de 2016, amigos y familiares del pequeño recorrían las calles aledañas al lugar del velatorio, para pedir colaboración económica. El dinero lo recogían en camisetas y fundas. Luego, lo poco que conseguían lo llevaban a la mamá del fallecido, quien permanecía sentada afuera de la improvisada sala de velación.

A las 11:30, el gobernador del Guayas, Julio César Quiñónez, acudió al velorio en compañía de otros funcionarios, para evaluar la situación de la familia y el entorno en el que habitaba el fallecido.

Quiñónez precisó: "Queremos dar todos los elementos necesarios. No queremos que esto suceda nuevamente en la comunidad. Queremos dar un apoyo integral (...) La madre (del fallecido) tendrá que ser atendida psicológicamente, porque además al padre del niño lo perdió hace algún tiempo..."

El gobernador no se refirió a la investigación, porque de eso se encargaría la Policía.

En este caso, seis sospechosos, miembros de una misma familia, han sido detenidos por el delito de asesinato. Entre los individuos se encuentra el que presuntamente disparó y, además, confesó haber eliminado al niño.

Hipótesis

En este hecho se manejan tres hipótesis: la del ministro del Interior, José Serrano Salgado, la de los sospechosos y la de la familia de la víctima.

Según Serrano, el niño habría sido reclutado por una banda de microtraficantes (integrada presuntamente por los sospechosos), quienes lo habrían asesinado al no recibir un dinero que el pequeño debía entregarles.

Los sospechosos, en cambio, alegaron que dispararon al menor de edad porque supuestamente ingresó a robar a la vivienda y supuestamente no era la primera vez que lo hacía.

Sin embargo, los familiares del fallecido no aceptan esas versiones. La madre sostuvo que ella tuvo inconvenientes con la familia sospechosa, porque supuestamente su hijo jugaba con una niña, a quien le habría prohibido sera amiga del pequeño. (S.C)