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Desde 2004, la Organización de las Naciones Unidas, se embarcó en una lucha por impulsar un nuevo concepto de masculinidad.Pixabay

¿Qué son las nuevas masculinidades?

Se han convertido en tema de opiniones encontradas en redes sociales en el país en los últimos días. Sin embargo, el término no es nada reciente.

Se han convertido en tema de opiniones encontradas en redes sociales en el país en los últimos días. Sin embargo, el término no es nada reciente.

Las nuevas masculinidades proponen cambiar y romper estereotipos con el fin de dejar de encasillar a los hombres con actitudes negativas y de superioridad.

Desde llorar y mostrar su sensibilidad hasta ser partícipes activos de las tareas domésticas o simplemente usar el color que prefieran. Ese es el verdadero sentido de estos términos.

La Ley Orgánica para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres señala la definición de masculinidades como “la construcción sociocultural sobre roles y valores asociados al comportamiento de hombres”. Además, indica que dichas acciones “se ejerzan sin machismo ni supremacía o violencia contra las mujeres”.

Según la UNICEF, una de las concepciones tradicionales de masculinidad se asocia con lo racional, fuerte, activo, productivo; valiente, responsable y conquistador (de territorios y de parejas ocasionales), mientras que lo femenino con lo emotivo, débil, pasivo, asustadizo y dependiente. En pocas palabras, se suele encasillar a los hombres en un modelo de ‘macho alfa’; y a las mujeres como sumisas.

“Los hombres no lloran”, “un macho tiene mil mujeres” o “aunque pegue y mate, marido es”, son frases que seguro has escuchado más de una vez, y reflejan a una sociedad que se acostumbró a pensar de cierta manera.

Desde 2004, la Organización de las Naciones Unidas, se embarcó en una lucha por impulsar un nuevo concepto de masculinidad. Ellos apelan a dejar a un lado la figura del hombre dominante y “liberarse de roles prefijados socialmente”. La imagen de padres acompañando a sus hijos a la escuela o haciéndose cargo de la casa y dividiendo tareas es la meta a lograr.

Para la abogada Silvia Buendía, estas nuevas masculinidades se refieren a “una forma de ser hombre que se ejerza sin machismo”. Para ella la Ley es clara y lo que se busca erradicar es la violencia, cosa que solo se logrará con un giro en los roles de estereotipos.

Los hombres y las mujeres —también las mujeres deben cambiar su concepción hacia lo masculino— deben practicar comportamientos que se alejen de la violencia, si dejamos de cazar y recolectar, ¿por qué cuesta tanto abandonar el machismo?

La activista Pamela Troya concuerda en que la sociedad define lo masculino y muchas veces lo asocia con actitudes dañinas. Para ella las nuevas masculinidades están directamente relacionadas con la relación hombre-mujer y las actitudes que se demuestran.

“Que un hombre sea sensible con sus hijos, afectuoso, que respete a la mujer y que no la considere inferior”, reflexiona Troya.

Ante la polémica en redes sociales, Troya menciona que esto “no tiene que ver con homosexualizar, ni con el hecho de que los hombres sean mujeres...”. Así, las nuevas masculinidades, en el contexto que señala la ley, se alejan de los temas de orientación, y más bien se abre paso a la lucha por la equidad de género.

La educación como clave

Para Buendía la respuesta ante una sociedad machista se encuentra en la educación. “Hay que educar en la sensibilidad, en el respeto a la diferencia y en el compromiso con la igualdad”.

Las cifras de violencia de género en el país despertaron la alarma: Ecuador es el sexto país con la tasa más alta de femicidios de la región latinoamericana y Caribe, según la ONU. Además, de acuerdo con el INEC, 6 de cada 10 mujeres han experimentado algún tipo de violencia de género.

Finalmente fue excluído

El término empleado en el Reglamento General de la Ley Orgánica Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres, en el que se hacía referencia a estereotipos machistas terminó siendo quitado en silencio.

La noche del 19 de julio, el decreto 460 trajo consigo la reforma al literal a, de la disposición transitoria Quinta, en el que se indica “... la igualdad entre hombres y mujeres en todas las esferas políticas, económicas y sociales; la construcción sociocultural sobre roles y valores asociados al comportamiento de los hombres libre de machismo o supremacía hacia las mujeres...”.

Con estas oraciones se sustituye lo publicado en el decreto 397, en donde constaba la terminología de nuevas masculinidades.