Juana (nombre protegido), de 23 años, tiene sus dos piernas lastimadas debido a un violento asalto ocurrido al interior de un bus en el centro de Quito. La chica, quien prefiere cambiar su identidad por seguridad, cuenta a EXTRA los minutos de pánico que vivió.

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Han pasado cinco días desde el ataque sufrido junto a su tía. “Ella y yo teníamos que hacer una diligencia en el sur de Quito y fuimos a una parada de buses que está en El Tejar. La verdad, no me gusta tomar esos autobuses, pero ese día el metro estaba cerrado”.

Según la joven, el chofer cerró las puertas y estuvo a punto de arrancar, cuando de nuevo se detuvo y supuestamente permitió que subieran los delincuentes. “Al principio, solamente vi a uno de ellos (ladrones), que se acercó a donde mi tía y empezó a amedrentarle para quitarle el celular”.

Juana creyó que ese ratero era el único que estaba dentro del bus y decidió enfrentarlo. Le exigió que soltara a su tía y en ese momento apareció otro ladrón para atacarla. “Sentí que me clavó algo en la pierna izquierda. En realidad, no le di mucho asunto y fue ahí cuando me atacaron los dos”, rememora la chica.

Fue tal la violencia con la que actuaron los delincuentes, que incluso la cargaron para intentar arrojarla fuera del bus para que este la arrollara, cuando estaban en San Roque. Sin embargo, no lo lograron y huyeron de la escena. “En ese momento, al chofer se le ocurrió cerrar una de las puertas y me agarró mi otro pie (el derecho) y me lo lastimó”.

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En ese instante, Juana no le ‘paró bola’ a su otra pierna hasta que sintió una punzada. Se topó con su mano y vio cómo le chorreaba sangre. Ahí se dio cuenta de que le habían enterrado un objeto filoso, aunque no sabe si se trató de un puñal, pese a que uno de los choros sí la amenazó con un cuchillo enorme antes de fugarse.

Juana llamó a sus padres para que la ayudaran junto con su tía. La llevaron a un centro médico y le suturaron la pierna apuñalada. Además le dijeron que su pie derecho tenía un esguince grave tipo 2, es decir un desgarro parcial del ligamento.

Ahora ella está en terapia física para recuperarse completamente, aunque el miedo no se irá en mucho tiempo, asegura la muchacha. EXTRA intentó contactarse con algún representante de este sistema de transporte para cuadrar una entrevista sobre el caso, pero no se obtuvo respuesta.

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