El secuestro de una mujer, empleada de un colegio particular de Guayaquil, al interior de un gimnasio ubicado en un edificio del sector de Los Ceibos, ha causado conmoción y preocupación en la ciudad. El hecho ocurrió durante la madrugada de este jueves 5 junio, en medio de un ambiente de creciente inseguridad que afecta a varios sectores del Puerto Principal.

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Según información preliminar, cinco hombres armados llegaron a bordo de una camioneta, ingresaron directamente al edificio y se dirigieron al gimnasio donde se encontraba la víctima. Tras someter al guardia de seguridad del sitio, la obligaron a salir caminando mientras era amenazada por los sujetos, quienes la escoltaron hasta el vehículo. Todo ocurrió en cuestión de minutos.

El hecho no dejó personas heridas ni fallecidas, pero el momento exacto del secuestro fue captado por las cámaras de seguridad del edificio. El video, en el que se observa cómo la víctima es retirada bajo amenaza, se difundió rápidamente en redes sociales, lo que incrementó el nivel de alarma ciudadana.

Presión social

Una oficial de alto rango de la Policía Nacional, que pidió mantener su identidad en reserva, confirmó que la víctima fue abandonada horas más tarde en el sector de Mucho Lote, en el norte de Guayaquil. Según esa fuente, la liberación no fue producto de una operación directa de rescate, sino una decisión tomada por los delincuentes “presionados por el eco mediático y la movilización social que generó el caso”.

“La familia de la afectada ha pedido absoluta reserva sobre este caso. Debemos respetar su solicitud”, indicó la fuente policial.

De acuerdo con datos recabados por este medio, tras conocerse el secuestro, allegados a la víctima contactaron de inmediato a la Policía. Las unidades de inteligencia comenzaron un operativo de rastreo para ubicar a los antisociales, al tiempo que se activaban protocolos especializados de negociación y búsqueda.

Durante el breve cautiverio, los delincuentes establecieron contacto con la familia de la mujer y exigieron $ 60.000 a cambio de su liberación.

La Policía no ha confirmado si hubo algún tipo de pago, pero se mantiene en reserva los detalles de la investigación, mientras se revisan las grabaciones de videovigilancia y se identifican a los autores materiales del hecho.

El caso ha reavivado los temores sobre la seguridad en zonas residenciales de alto perfil como Los Ceibos, que tradicionalmente eran consideradas más seguras. Vecinos y usuarios del edificio exigen mayor control policial y patrullaje en la zona.

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