Los besos constituyen una de las muestras de afecto más extendidas entre los seres humanos, aunque no es exclusivo de nuestra especie: hasta los chimpancés, los elefantes y pájaros emplean ese gesto.

Y es que el beso es un “poderoso mecanismo de adaptación”, publica Efe Salud. Uno que además de ayudar en la supervivencia de nuestra especie, provoca una reacción en cadena. “Cuando besamos podemos mover hasta 36 músculos y el latido de nuestro corazón puede pasar del reposo hasta la agitación en unos breves instantes”.

Este roce de labios tiene una serie de beneficios para la salud: calma el dolor, ayuda al sistema inmunitario y libera endorfinas y hormonas como la dopamina y la oxitocina —ligadas al cariño y la ternura— se explica en la publicación.

Pero... No tan rápido. Si bien son un medio para demostrar afecto, cariño o deseo, el ‘besuqueo’ a su vez podría ser un vehículo de diversas infecciones y enfermedades...

“Cada beso en los labios tiene mil millones de bacterias de 278 especies diferentes y también virus”, publica América Noticias. El intercambio de saliva puede abrir la puerta distintas infecciones como las 5 que te mostramos a continuación:

Gingivitis

¡Pilas con la higiene oral! La gingivitis se origina cuando la placa microbiana se acumula en los dientes. “Puede contagiarse por vía oral y causa inflamación de las encías, hemorragias e incluso caída de los dientes”, según Sputnik News.

Infecciones del tracto respiratorio superior

También conocido como resfriado, se transmite por contacto directo con el virus, explica Excélsior: “incluso, puedes adquirir la gripe, al tener contacto con gotas o secreciones (fluidos y mucosas) de una persona infectada”.

Verrugas

Estas lesiones suelen ser causadas por el virus del papiloma humano (VPH), del que existen más de 100 tipos. “Alrededor de 40 tipos pueden infectar tu área genital (tu vulva, vagina, cuello uterino, recto, ano, pene y escroto) así como tu boca y garganta”, según Planned Parenthood. ¿Cómo se adquiere? Existen distintos modos de contagio como el contacto piel a piel, cuando se práctica sexo con alguien que lo tiene, publica ese portal. Además, cuando “la vulva, vagina, cuello uterino, pene, o el ano entra en contacto con los genitales o la boca y la garganta de otra persona, normalmente durante el sexo”.

Munonucleosis infecciosa

La mononucleosis infecciosa —conocida como la enfermedad del beso— es causada por el virus de Epstein-Barr, un tipo de herpes al que se ha expuesto gran parte de la población mundial, según Efe Salud. Se contagia generalmente a través del intercambio de saliva; sin embargo, los besos no son su única vía de transmisión: compartir vasos, cubiertos y otros objetos también podría ser el vehículo de la enfermedad. Entre sus síntomas están fiebre, dolor de garganta, inapetencia y somnolencia.

Herpes

Se trata de una infección común, cuyo virus tiene dos tipos: simple de tipo 1 (VHS-1) y simple de tipo 2 (VHS-2), explica la Organización Mundial de la Salud (OMS). El primero se transmite usualmente por contacto bucal; sin embargo, puede afectar a los genitales al practicar sexo oral. El síntoma más común es la aparición de llagas; pero también están otros que se asemejan a los de una gripe, como se indica en el portal Planned Parenthood: “inflamación de las glándulas en el área de la pelvis, la garganta y en las axilas, fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, sensación de dolor y cansancio”. Una vez adquirido, el virus permanece en el organismo durante toda la vida. “Los síntomas del herpes aparecen y desaparecen a lo largo del tiempo, pero eso no significa que la infección desaparezca ni que no puedas transmitirla a otras personas”, explica la publicación.

Los besos también fortalecen el organismo

No todo es infecciones al momento de besar. Esta acción también tiene beneficios para el organismo, pues compartir saliva también puede ayudarte. Ese fluido contiene sustancias que combaten bacterias, virus y hongos; además, fortalecen el sistema inmunitario para la creación de anticuerpos, detalla Efe Salud.

“En todo caso, siempre es necesaria una buena higiene bucal, la cual es clave para prevenir que las infecciones de la saliva aniden en nuestro cuerpo. Y, ante todo, evitar los besos con personas que sepamos que están padeciendo alguna de estas enfermedades”, se indica.