¿Sabías que puedes programar tu cerebro para formar nuevos hábitos? Este proceso no solo es posible, sino crucial, especialmente en la infancia, una etapa en la que la buena nutrición y los estilos de vida saludables tienen un impacto duradero en el desarrollo físico, cognitivo y emocional.

Una correcta alimentación desde edades tempranas contribuye a un crecimiento adecuado, mientras que las deficiencias nutricionales pueden causar retrasos en el desarrollo y limitar el potencial de los niños. Además de afectar el rendimiento escolar, la malnutrición puede comprometer la productividad en la vida adulta, con consecuencias negativas para el bienestar social y económico de las comunidades.

Con esto en mente, Abbott, el Real Madrid y la Fundación Real Madrid impulsan la campaña global 'Combate la Malnutrición', un esfuerzo conjunto que busca empoderar a niños y niñas en 12 países —incluyendo México, Perú, Colombia y Guatemala— a través de la educación en salud y nutrición. Desde 2022, la alianza ha impartido más de 67,000 horas de formación, capacitado a más de 35,000 entrenadores y profesionales, y distribuido más de 220,000 cintas MUAC z-score para la detección temprana de riesgos nutricionales. 

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“Nuestra colaboración con el Real Madrid se centra en dar a los niños las herramientas que necesitan para prosperar, empezando por una buena nutrición”, explicó el doctor Omar Rodríguez, gerente médico senior en Abbott.

¿Qué es un hábito y cómo se forma?

Un hábito es una acción que repetimos hasta que se vuelve automática. El cerebro la asocia con una recompensa o sensación positiva, creando un 'bucle de retroalimentación' que motiva su repetición. Según el profesor John Weinman, experto del King's College de Londres, los hábitos se disparan por señales específicas —una hora del día, un lugar, una emoción— y se consolidan mediante sensaciones positivas.

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Pero, ¿cuánto tiempo se tarda en formar un hábito? Aunque popularmente se dice que se necesitan 21 días para adquirir uno y 90 para consolidarlo como parte de un estilo de vida, no existe una cifra exacta. Lo cierto es que hay estrategias efectivas para lograrlo, como la 'acumulación de hábitos', que consiste en emparejar una nueva acción con otra que ya realizamos.

Por ejemplo:

• Si ya tomas café cada mañana, aprovecha ese momento para tomar también una fruta.
• Si ya acostumbras leer por la noche, añade cinco minutos de meditación antes de dormir.

Cambiar desde pequeños: el impacto de la nutrición

Los hábitos alimenticios que se construyen en la infancia suelen perdurar en el tiempo. Niños que siguen una dieta equilibrada tienden a rendir mejor en la escuela, disfrutan más la actividad física y mantienen una energía constante durante el día. Así, se convierten en agentes de cambio en sus familias y comunidades, promoviendo decisiones más saludables.

Abbott, como Socio de Ciencias de la Salud y Nutrición del Real Madrid C.F., ha reforzado su compromiso con el bienestar infantil a través del Centro Abbott de Soluciones para la Malnutrición, que desarrolla programas sostenibles para identificar, tratar y prevenir la malnutrición en todo el mundo. 

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