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Buena Vida

¿Lo sabes todo sobre el orgasmo?
Quienes lo han experimentado saben que se trata de un momento de intenso placer y relajación... Pero, ¿es eso es lo único que hay que conocer sobre el orgasmo? Estas curiosidades probablemente te dejarán boquiabierto.
Quienes nunca han tenido uno, pero han consultado en el diccionario saben que su definición es “culminación del placer sexual”. Quienes lo han experimentado —ya sea durante una sesión en conjunto o ‘jugando solitario’— saben que se trata de un momento de placer y relajación que invade todo el cuerpo. Pero, ¿realmente lo conocemos todo acerca del orgasmo?
Sobre ese momento de intensa excitación sexual —en el que las endorfinas se liberan en el torrente sanguíneo— existen varias curiosidades que la autora de ‘Bonk’ (Follar), la escritora Mary Roach, recoge y expone en una charla de TED. ¡Pilas! Algunos de esos ‘secretos’ te sacarán más de una carcajada, pero otros podrían perturbarte.
Los genitales no son todo
Los genitales no son la única vía para llegar al mundo del placer. Roach explica que el reflejo de orgasmo puede ‘estallar’ a partir de un extenso abanico de estímulos. Las cejas, por ejemplo. Ella cuenta cómo una mujer aseguraba alcanzar el clímax cuando alguien acariciaba ese otro ‘punto peludo’ de su cuerpo. También destaca el caso de las personas con paraplejias y cuadraplejias, pues “con frecuencia desarrollan áreas muy sensibles justo arriba del nivel de su herida”, explica.
¿Cepilla tu camino al orgasmo?
Tres veces al día quienes cuidan su higiene podrían sentir el placer de tener la boca limpia, pero eso está lejos de ser algo sexual. La escritora, en cambio, narra la historia de una mujer que al lavarse los dientes tenía orgasmos. No, no era la pasta que usaba; tampoco una sensibilidad específica en las encías: era “la acción senso-motora de cepillar los dientes” lo que desembocaba en el éxtasis. Tanto así, que decidió únicamente limpiarse con enjuague bucal, creyendo que estaba poseída por demonios.
La imaginación orgásmica
Otra mujer, una que era parte de una investigación de la Universidad de Rutgers, aseguraba llegar a la ‘cima’ utilizando nada más que su imaginación. Roach lo presenció cuando tuvo la oportunidad de entrevistarla y comenta que le tomó tan solo un minuto.
Clímax post-mortem
Lo que leíste: el orgasmo después de la muerte (cerebral) es posible. La autora indica que su “sede principal”, a lo largo de la médula, es la ruta de los nervios sacros y que si estos se oxigenan sería “concebiblemente posible” entrar al reino del placer, de manera similar a lo que ocurre cuando un sujeto con muerte cerebral experimenta el síndrome de Lázaro o la recuperación de ciertos signos vitales como el movimiento.
El aliento delator
Ahora cuando alguien se acerque a ti y tenga un aliento extraño podrás preguntarle qué tal le fue en la cama. En serio... Según Theodoor Van de Velde, autor de un manual matrimonial de la década de 1930, citado por Roach, es posible detectar un ligero olor a semen en el aliento de una mujer hasta una hora después del coito. Se trata de un tipo que además podía distinguir entre el líquido seminal de un hombre joven y el de uno “maduro” solo por el aroma... ¿Cuánto semen habrá olfateado?
La cura del hipo
Cuando el hipo nos asalta hay varias formas de curarlo según la sabiduría popular: tomando agua y conteniendo la respiración, por ejemplo; pero ninguna tan sensual (y rara) como a través del orgasmo. En la década de los noventa, en Israel —cuenta— un hombre tenía un caso severo: no se detenía con nada. Hasta que con hipo y todo decidió tener relaciones con su pareja y la molestia desapareció. Santo... Perdón, sexy remedio. Tras el estudio de su caso, una revista médica canadiense incluso publicó un estudio denominado ‘Las relaciones sexuales como tratamiento potencial para el hipo intratable’. Ahh... Y para los que no tienen compañía, ‘jugar solitario’ siempre es una opción y una posible cura.
El orgasmo, aliado de la fertilidad
O al menos eso creían a principios del siglo pasado. Más de un ginecólogo creyó en la teoría pro-succión; es decir, creían que las contracciones que se producen cuando se alcanza el clímax servían para succionar el semen, llevarlo hasta el cuello del útero y así acelerar su recorrido hasta el óvulo.
¿La masturbación mejora la calidad del semen?
Al menos, según Rouch, sería una alternativa para que no se dañe por pasar mucho tiempo ‘guardado’, pues si permanece largos periodos en el cuerpo humano podría desarrollar anormalidades y restar efectividad a la acción de los espermatozoides. Por este motivo, el sexólogo británico Roy Levin cree que la solución sería que ellos se masturben con frecuencia y así estar más frescos.