El Consejo Nacional Electoral (CNE) decidió hoy, 20 de septiembre de 2025, abstenerse de analizar el Decreto Ejecutivo 148, mediante el cual el presidente Daniel Noboa buscaba convocar a una Asamblea Constituyente sin contar con el dictamen previo de la Corte Constitucional. La decisión del CNE se produjo luego de recibir la notificación de la suspensión provisional del decreto, dictada por el máximo tribunal del país.

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La medida de Noboa generó reacciones inmediatas entre partidos políticos, colectivos y gremios, quienes presentaron cinco demandas de inconstitucionalidad cuestionando la legalidad de la convocatoria. La Corte Constitucional, en tiempo récord, resolvió suspender provisionalmente el decreto y admitir a trámite las demandas, señalando así que la convocatoria no podía avanzar mientras se revisaba su constitucionalidad.

Durante la sesión 056 del CNE, antes de iniciar el análisis del Decreto 148, los consejeros fueron formalmente notificados de los autos de admisión y de la suspensión provisional. Como consecuencia, el Pleno decidió concentrarse en otros decretos del presidente Noboa: el 147, que plantea un referéndum sobre bases militares extranjeras, y el 149, que busca eliminar el financiamiento público a los partidos políticos.

La suspensión del decreto de convocatoria a la Constituyente se percibe como el primer choque institucional importante del gobierno de Noboa, marcando un pulso entre el Ejecutivo y la Corte Constitucional. Algunos sectores políticos y sociales calificaron la medida de Noboa como un “golpe de Estado”, argumentando que vulnera los procedimientos establecidos en la Constitución.

¿Qué implica la suspensión provisional del decreto?

La Corte Constitucional recordó, en un comunicado difundido cerca de la medianoche, que los jueces no son enemigos del pueblo y que su función es resguardar los derechos de los ciudadanos y la Constitución. La institución enfatizó que no aceptará ningún tipo de intimidación, reafirmando su independencia frente a presiones políticas.

En términos prácticos, la suspensión significa que cualquier paso hacia la convocatoria de la Asamblea Constituyente queda temporalmente detenido hasta que se resuelva el fondo de las demandas. Esto genera incertidumbre sobre los próximos movimientos del Ejecutivo y deja abierta la posibilidad de que se produzcan nuevos enfrentamientos entre el CNE, la Corte y el Gobierno.

La atención política se concentra en cómo el presidente Noboa ajustará su estrategia ante la decisión de la Corte y la abstención del CNE. Analistas han advertido que este pulso institucional podría marcar un precedente sobre la forma en que se convocan reformas de esta magnitud en Ecuador.

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