Agentes de la Unidad Contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes (UNAT) rescataron a dos menores de edad que habrían sido explotadas sexualmente dentro de un cabaré del norte de Quito.

Los investigadores llegaron al sitio luego de varios de meses de indagaciones, que iniciaron en un barrio de Quevedo, provincia de Los Ríos.

Según información a la que tuvo acceso EXTRA, en dicha localidad, una estructura criminal había captado a una adolescente con las falsas promesas de ofrecerle trabajo fuera de su ciudad natal.

Sin embargo, cuando la llevaron a otras provincias, supuestamente la obligaban a prostituirse dentro de algunos centros de tolerancia. Por sus servicios, al parecer, cobraban entre 20 y 40 dólares.

Así atraparon a los sospechosos

Los agentes entrevistaron a familiares y amigos de la víctima, quienes dieron algunas referencias que les permitieron ubicar el lugar donde retenían a la chica, a los posibles sospechosos del crimen y determinar cómo sería su forma de operar.

La información obtenida los llevó a un chongo ubicado en el sector de Carcelén, en el norte de la capital. Hicieron un seguimiento del movimiento en este establecimiento y determinaron que además había otra menor de edad que sería explotada sexualmente.

Los policías armaron un operativo para rescatar a las adolescentes y detener a los implicados en el delito. A la intervención, que fue denominada Operación Rescate 262, también acudieron funcionarios de la Fiscalía y de la Comisaría.

Dos sujetos, de 36 y 59 años, fueron aprehendidos, mientras que las víctimas fueron rescatadas. Ambas habrían sido encontradas mientras realizaban su servicio en las habitaciones del establecimiento.

Según los indicios que levantaron los policías, los criminales les entregaban documentos falsos a las menores, de 17 años, para que pudieran ejercer la prostitución. A eso se suma que el lugar fue clausurado, porque tampoco contaba con algunos permisos de funcionamiento.

Aspecto legal

Los sospechosos no registran antecedentes penales y recibieron prisión preventiva mientras se indaga el caso. Los agentes presumen que ellos serían parte de un red delictiva más grande, que también operaría a nivel internacional.

Además, revisarán algunos dispositivos de almacenamiento electrónicos que les encontraron, para saber si las adolescentes también eran víctimas de pornografía.

Los presuntos explotadores fueron procesados por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual y pueden enfrentarse a una pena de entre 16 y 19 años de prisión.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!