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Quito

Los padres bendijeron a los animales afuera del convento de San Francisco, en el centro de Quito.GUSTAVO GUAMAN

Tradición franciscana bendice a miles de mascotas, en Quito: terminaron mojados de fe

Centenares de familias llevaron a sus animales de compañía para que sean bendecidos por los padres franciscanos. Este rito es tradicional en Quito

Perros, gatos, conejos, hámsteres y hasta gallos fueron junto a sus tutores la tarde de este sábado 4 de octubre del 2025 a la Plaza de San Francisco, en el Centro Histórico de Quito para recibir la bendición del padre. 

Este rito se realiza en el contexto del día Mundial del Animal y en honor a San Francisco de Asís, patrono de la ecología, dentro de la iglesia católica. Afuera del convento que lleva su nombre, los religiosos celebraron su solemnidad acompañados de miles de animales. 

Un momento inolvidable

Centenares de familias llegaron con sus mascotas para que recibieran la bendición. Los animales fueron vestidos con sus mejores galas. Perros llevaban puestos trajes formales o vestidos de bautizo. Había gatos con pijamas y gorras. 

Una pareja llevó las cenizas de una de sus mascotas que murió hace un año.GUSTAVO GUAMAN

Incluso, hubo personas que llevaron a conejos y hámsteres dentro de sus jaulas para participar de esta celebración. 

Raquel Vallejo fue con su esposo Gabriel Clavijo. Él llevaba a sus dos gatos, mientras que ella cargaba en sus brazos a su perrita y también tenían un cofre de madera en el que reposan las cenizas de otro perrito que fue parte de su familia y que murió hace un año por un cáncer. 

Un vínculo familiar

La pareja se conoce desde el colegio y recuerdan que una de las razones que los unió fue el amor por los animales. En ese entonces entregaban comida a los perros callejeros. En la actualidad, todas sus mascotas han sido rescatadas o adoptados en refugios. 

Gabriel dijo que no tienen hijos y que sus mascotas se han convertido en otros miembros de su familia que les han ayudado a crecer como personas. 

Hubo conejos y hámsteresGUSTAVO GUAMAN

En el evento, dos sacerdotes de la orden franciscana salieron con dos baldes llenos de agua bendita y, luego de una oración en la que santificaban los recipientes y recordaban a San Francisco de Asís, arrojaron el líquido sagrado en los miles de asistentes peludos. 

Los religiosos trataron de organizar a los asistentes en varias columnas para cubrir a todos los animales que llevaron. Incluso, tuvieron que bendecir otros baldes de agua para continuar con el ritual santo. 

Una tradición religiosa

El Fray Édgar Abad, guardián del convento máximo, señaló que San Francisco de Asís durante su vida como religioso invitó a los creyentes a amar a la creación de Dios. Esto porque, según el sacerdote, significa tener un vínculo cercano con las criaturas que regalan paz y compañía a las familias. 

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