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Ecuador

En varias ocasiones se hizo plantones para exigir justicia por la adolescencia quien fue víctima de intento de femicidio.Yadira Illescas

El juicio y el dolor de Celeste: ¿puede la sentencia reparar lo perdido?

Tras brutal ataque la adolescente de 17 años perdió a su bebé. Al sospechoso le dieron 8 años de prisión.

Celeste de 17 años, aún enfrenta recuerdos que difícilmente podrá olvidar. El 13 de diciembre de 2024, lo que parecía un encuentro con su pareja se convirtió en un episodio de terror.

La joven fue atacada en un sector deshabitado de Pelileo, provincia de Tungurahua, detrás de la antigua vía Shuyurco, perdiendo un ojo y, de manera irreversible, a su bebé de 36 semanas de gestación, a la que llamó Ángeles.

El agresor, también de la misma edad, la citó bajo el pretexto de entregarle pañales y víveres. Una vez allí, la golpeó, la arrojó al suelo y la atacó con cuchillo y piedras. Celeste intentó protegerse, pero sufrió heridas graves que la dejaron inconsciente. Su bebé no sobrevivió.

Sentencia que no satisface

Tras meses de investigación, la Fiscalía General del Estado presentó pruebas  como: informes médicos, psicológicos, de entorno social, testimonio anticipado de la víctima y acta de defunción del feto.

El juez especializado en adolescentes infractores dictó la máxima pena de ocho años de internamiento institucional por tentativa de femicidio y aborto no consentido, además de 10.000 dólares como reparación integral para Celeste.

Vecinos y activistas han seguido el caso desde el inicio, participando en plantones y vigilias que buscaban sensibilizar sobre la violencia de género.

Lisbeth Zúñiga señaló: “El tiempo de internamiento es corto, pero al menos manda un mensaje de que la violencia no quedará impune”.

“Casos como este no deben repetirse; la malicia merece sanción”, señaló Paola Balseca, activista local. Joselyn Tiban, quien ha acompañado los plantones por justicia, añadió: “No debe haber perdón para quien destruyó la vida de una joven y su hijo”.

Durante todo el proceso, Celeste recibió apoyo integral del Sistema de Protección y Asistencia a Víctimas y Testigos (SPAVT), con asistencia legal, contención emocional y protección en diligencias judiciales para evitar su revictimización.

Su madre confesó entre lágrimas: “Cada diligencia, cada testimonio, ha sido un tormento, pero lo hicimos por Ángeles y por Celeste. Este horror siempre quedará en nuestros recuerdos, pero al menos hubo justicia”.

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