En Ambato, dirigentes barriales y comerciantes se mantienen en alerta frente a la gran marcha convocada por el Parlamento de los Pueblos y Sectores Sociales de Tungurahua. El anuncio generó expectativa y preocupación en la ciudad, donde también se organizan estrategias comunitarias para evitar desmanes y garantizar que la protesta se desarrolle de manera pacífica.

La movilización está prevista para este lunes 29 de septiembre, desde las 09:00, con la participación de los cinco pueblos indígenas de Tungurahua: Chibuleo, Tomabela, Salasaka, Kisapincha y Sawatoa y sectores sociales y gremiales. Todos se concentrarán en el centro de la capital tungurahuense.

El anuncio de la marcha se realizó un día después de que el Movimiento Indígena de Tungurahua confirmara su adhesión al paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), el viernes 26 de septiembre. La medida ya suma siete días, con saldo de una persona fallecida , militares retenidos y heridos en Imbabura.

Barrios exigen una marcha pacífica

Desde distintos sectores urbanos se han emitido llamados a la calma. Manuel Quinapanta, presidente de los barrios del suroccidente de Ambato, explicó que se han activado alertas comunitarias para acompañar el paso de los manifestantes.

“Los paros siempre dejan saldos negativos, más perjuicios que beneficios. Todos tenemos derecho a protestar, pero debe hacerse en los territorios y de manera pacífica. No queremos que en Ambato se repita el caos que ocurre en Imbabura. Somos una ciudad trabajadora y pacífica”, recalcó.

Quinapanta recordó que durante el último paro nacional se perdieron millones de dólares en Ambato, y que incluso ahora, solo con rumores de cierres, ya se reportan pérdidas. “Las ferias no se desarrollan con normalidad desde hace más de una semana. Estaremos alertas para no permitir que se afecte el trabajo de los ambateños”, añadió.

Comercio golpeado por el paro

En el Mercado Mayorista, principal centro de abasto de Tungurahua y el país, la actividad se ha visto alterada desde el inicio de la protesta. Alcides Quinatoa, gerente del mercado, indicó que los comerciantes sacadores llegan en horarios poco habituales, especialmente de madrugada, para evitar quedar atrapados en bloqueos. “El comercio se ha movido más en la madrugada y de manera inestable”, señaló.

María Tite, comerciante de la Nave A, denunció que ha perdido gran parte de su inversión. “Tenía 100 cajas de tomates y se me están pudriendo. Invertí dos mil dólares y no recupero ni el 30%. Los paros nos afectan a quienes vivimos del día a día”, dijo con frustración.

La situación también golpea a pequeños productores. Jenny Palate, agricultora de Picaihua, afirmó que la mora que cosecha no logra llegar a los mercados con los cierres en las vías. “En un paro, más que ganar, perdemos. No hay forma de sacar el producto”, lamentó.

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