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Ecuador

Policía investiga vínculo con microtráfico en triple crimen en Salinas
El crimen de Salinas, Santa Elena, ocurrió en una vivienda alquilada. Las víctimas llevaban pocos días en el sector, de acuerdo con vecinos
La Policía Nacional no revela del todo los avances en la investigación del triple asesinato ocurrido la madrugada del sábado en el barrio Vinicio Yagual Dos, parroquia José Luis Tamayo, cantón Salinas. Las primeras hipótesis apuntan a un ajuste de cuentas vinculado al microtráfico, ya que una de las víctimas registra antecedentes por este delito.
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Sin embargo, los agentes no descartan otras líneas. Entre ellas, una posible deuda pendiente o conflictos con personas extranjeras que también habitan en el inmueble donde ocurrió el crimen. Se trata de una casa dividida en varios departamentos, lo que complica el rastreo de vínculos entre los ocupantes.
Hasta el cierre de esta edición, los peritos revisaban cámaras de seguridad en los alrededores para identificar el vehículo en el que se movilizaron los sicarios. También se analiza el recorrido que habrían hecho antes y después del ataque, con el fin de establecer posibles puntos de fuga o contactos previos.
El triple crimen ocurrido en Salinas
La escena del crimen dejó más de diez indicios balísticos, todos levantados dentro del dormitorio donde se presume dormían las víctimas. Los cuerpos quedaron tendidos en el suelo, sin posibilidad de reacción.
De acuerdo con los primeros informes policiales, los asesinos derribaron la puerta principal del inmueble y abrieron fuego de forma directa.

La tragedia se desató cerca de las tres de la madrugada, cuando varios sujetos armados irrumpieron en la vivienda y asesinaron a Melisa Johanna Cedeño, de 40 años; su hija María José, de 15; y Linda Lissette Martínez, una amiga que las acompañaba.
“Pensamos que era otra balacera, pero luego supimos que habían matado a tres mujeres”, relató un vecino que prefirió no identificarse. Las tres habían llegado desde Anconcito semanas atrás y alquilaban un departamento en el sector. “No eran de aquí, casi no salían, por eso nadie las conocía”, comentó otro morador.
Según información preliminar, las víctimas llevaban pocos días viviendo en el barrio. Se desconoce el motivo de su mudanza, aunque algunos vecinos sospechan que buscaban alejarse de problemas previos.
“Aquí las paredes tienen oídos... es mejor quedarse callado”, susurró una mujer que pidió no ser identificada.
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