La captura de Marlon Andrés Valencia Espinoza, considerada por el Gobierno como un golpe relevante contra la estructura de Los Tiguerones, reabre un expediente judicial que se remonta más de una década atrás y que ha marcado su historial delictivo. 

La madrugada del 26 de noviembre de 2025, la Policía Nacional del Ecuador informó sobre su detención en Medellín, Colombia, durante una operación conjunta con la Policía colombiana. El ministro del Interior, John Reimberg, lo identificó como Objetivo de Alto Valor y como uno de los principales cabecillas de esa organización criminal, prófugo desde mayo de 2022.

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Según la publicación oficial del ministro en X, Valencia Espinoza es requerido por la justicia ecuatoriana para cumplir una pena de 25 años por robo calificado, tentativa de asesinato e ingreso de artículos prohibidos a un centro penitenciario. En el procedimiento efectuado en Medellín se incautaron un arma de fuego y cuatro teléfonos celulares, y el detenido quedó a órdenes de las autoridades colombianas, mientras se coordinan las boletas de captura pendientes en Ecuador.

Un robo con muerte en el noroeste de Guayaquil

El historial judicial de Valencia incluye un caso que llegó a sentencia en 2010, cuando fue juzgado en Guayaquil por el delito de robo con muerte. El proceso, registrado bajo la Audiencia N.º 190-A-2010, se desarrolló ante el Segundo Tribunal de Garantías Penales del Guayas. En esa audiencia se analizaron los hechos ocurridos el 5 de agosto de 2009, cuando José Luis Ponce Blance, repartidor de agua, recibió un disparo en la cabeza en el sector Balerio Estacio, en el noroeste de Guayaquil, durante el robo de su motocicleta Yamaha AX-100 azul.

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De acuerdo con el expediente, testigos describieron que dos sujetos armados interceptaron al trabajador cuando este se disponía a subir a su moto. Ponce Blance se resistió y recibió un impacto de proyectil en la región temporal izquierda. Un pariente, quien se encontraba a corta distancia, escuchó el disparo y luego vio huir a los dos agresores en la motocicleta sustraída. En la audiencia, él identificó a Valencia Espinoza como uno de los sujetos que pasó en la moto tras el ataque.

La detención que condujo a la condena del integrante de Los Tiguerones

El día de los hechos, el entonces teniente de Policía Jairo Fernando Narváez atendió inicialmente la emergencia del homicidio. Horas después, alrededor de las 19:00, detuvo a Valencia Espinoza y a otro individuo en Flor de Bastión, durante un operativo por otro asalto. Ambos se movilizaban en moto y portaban armas. 

Uno de los denunciantes de ese segundo robo también los reconoció. En la diligencia se incorporaron como evidencias dos revólveres y una motocicleta. El examen médico del Hospital Luis Vernaza confirmó que Ponce Blance sufrió un traumatismo craneoencefálico severo producto de un disparo de corta distancia, y el protocolo de autopsia corroboró que la causa de muerte fue un proyectil alojado en el cráneo.

En su testimonio, Valencia Espinoza admitió haber participado en el robo cometido en la noche, por el cual ya había sido sentenciado por porte de arma, pero negó relación con el ataque ocurrido horas antes. Tras la valoración de los testimonios, peritajes y reconocimientos, el Tribunal declaró su culpabilidad por robo con muerte.

Hoy, más de quince años después de ese proceso, su nombre reaparece asociado a la estructura de Los Tiguerones y a causas pendientes en Ecuador. Las autoridades ecuatorianas esperan ahora las coordinaciones con Colombia para avanzar en los trámites correspondientes a su retorno judicial.

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