En la parroquia Simiátug, provincia de Bolívar, cinco hermanos vivían solos en una casa de madera, sin luz ni agua, sin adultos y sin comida suficiente. 

La empresa eléctrica había retirado los cables del suministro y el agua potable fue cortada. Cocinaban papas sin sal sobre fuego de leña, en una única olla vieja.

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La hermana mayor, de apenas 15 años, asumió el rol de madre: lavaba ropa ajena y cosechaba cebolla para alimentar a sus hermanos menores, de entre 7 y 13 años. 

El caso se dio a conocer por el creador de contenido conocido como Israelo, que mostró su vida diaria y la precariedad en la que sobrevivían.

La historia que movilizó al Estado

El video se difundió rápidamente y provocó una ola de reacciones, por lo que el Ministerio de Desarrollo Humano (MDH) se trasladó al sitio con un equipo técnico para verificar la situación y brindar atención inmediata.

Según la entidad, los niños quedaron solos tras la muerte de su madre. El padre, con problemas de alcoholismo, no podía hacerse cargo, y aunque tienen tres hermanos mayores de edad, los cinco menores permanecían sin cuidado permanente. Por eso, la primera medida fue trasladarlos a la casa de una hermana mayor, donde permanecen acogidos de forma temporal.

Atención integral

El MDH articuló un trabajo conjunto con el Ministerio de Salud para realizar una valoración médica a los cinco hermanos y garantizar atención prioritaria. Con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, coordinó su continuidad escolar y aseguró un cupo para la adolescente que había dejado de estudiar.

En el lugar, los técnicos entregaron kits de vestimenta, alimentos no perecibles, camas y colchones, como parte de la ayuda inicial. El equipo estuvo conformado por psicólogos, trabajadores sociales, facilitadores y educadoras de los servicios de protección especial y desarrollo infantil.

Una nueva vivienda

En paralelo, el Ministerio de Desarrollo Humano gestionó con el Ministerio de Infraestructura y Transporte y la comunidad de Simiátug la construcción de una vivienda nueva para los hermanos, en un terreno que pertenecía a su madre y que colinda con la casa de la hermana mayor. La entrega está prevista en un plazo de 15 días, según el comunicado oficial.

El proyecto busca que los cinco hermanos puedan vivir juntos en mejores condiciones, con acompañamiento permanente de personal técnico y comunitario.

El caso de Simiátug reveló las condiciones en que muchas familias rurales sobreviven en zonas apartadas del país: sin servicios básicos y con escasas oportunidades. 

Detrás de la ayuda inmediata, queda la tarea de fondo: garantizar que la niñez más pobre crezca con acceso a derechos y con un Estado que llegue antes que las cámaras.

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