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A lo largo de 2025, Antonio Hanna le dedicó tiempo completo a la gastronomía, pasión que nació por casualidad.IVONNE LAGO

Antonio Hanna: el baterista de Los Intrépidos se reinventó entre ollas y canciones

Sus 'intrépidas' mezclas de sabores enamoran paladares. Cuando lo contrataron para cocinarle al presidente Daniel Noboa, pensó que era una broma 

Músico, chef autodidacta y empresario, Antonio Hanna es un artista de múltiples pasiones que encuentra en la cocina la misma inspiración que en los escenarios.

Aunque lleva en su ADN una mezcla de raíces colombianas-españolas por su madre y árabes-libanesas por su padre -recordado comunicador y exalcalde de Guayaquil en la década del 70- Hanna, de 53 años, se califica como “cien por ciento guayaco”, que ama el encebollado y puede morir por un plato de cazuela.

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Además de la cocina, otra de sus pasiones es la música. Es el baterista del grupo Los Intrépidos, una de las bandas guayaquileñas más populares de la década del 90, que tiene más de 30 años en escena y aún es solicitada para cantar en shows y eventos privados.

Sin embargo, este 2025 decidió poner en pausa los conciertos para dedicarse por completo a la cocina. “Desde enero no toco una batería. Este año estoy ciento por ciento metido en la gastronomía”, le revela a EXTRA, desde los fogones de su casa, donde prepara un sinnúmero de platillos, bajo el seudónimo de Chef Buman, detrás del cual, dice, “hay toda una historia larga por contar”. En redes sociales comparte sus recetas con ese usuario.

Además de la cocina, otro de sus grandes amores es la batería.ANTONIO HANNA

Su última creación fue una barra de chocolate Dubai, mezcla de pistacho, chocolate ecuatoriano y otros componentes, cuya fórmula la sacó, luego de tres meses, junto al chef chocolatero reconocido a nivel internacional, Daniel Ampuero.

“La gastronomía es arte, igual que la música, la pintura o la escritura. Lo importante no es solo que sea rico, sino que conecte con el comensal”, afirma convencido Antonio. Esa conexión, la que logra con quien lo escucha o con quien prueba sus platos, es lo que guía su vida creativa.

Cocinero por pura necesidad

Su amor por la cocina nació por necesidad. Tras la muerte de su padre hace 31 años y al quedarse solo en casa, empezó a experimentar frente a la cocina. “Un día haciendo zapping encontré el canal Gourmet y vi una mayonesa de curry. Me encantó. En esa época no había YouTube ni Google, así que me metí de lleno a aprender. Luego vinieron los libros, los videos y las técnicas”, detalla. En la actualidad, su casa está llena de recetarios de muchos autores gastronómicos y utensilios.

Su cocina se caracteriza por la fusión de sabores y culturas. “No preparo platos tradicionales tal cual, me gusta mezclar técnicas, especias y estilos”, explica. Entre sus referentes están Iván Grain, chef del restaurante Marrecife y José Sogues, de Nuum, a quienes considera los mejores del país.

Y si de inspiración se trata, no duda en decir que Manabí es la capital gastronómica del Ecuador. “No hay con qué compararla”. Su admiración por la cocina manabita es profunda. “Ellos aún conservan las técnicas ancestrales, sus hornos artesanales, y eso le da un sabor único a la comida. El ceviche de Jipijapa no es igual al de Manta ni al de Montecristi. Cada zona tiene su sello”, comenta.

Experiencias inolvidables

En su recorrido gastronómico, Antonio ha vivido experiencias inolvidables, como cuando cocinó para el presidente Daniel Noboa y su familia. “Pensé que era una broma. Me llamaron de Palacio y preparé un menú de seis tiempos, fue una experiencia lindísima”, recuerda orgulloso. Aunque no detalló los platos que degustaron, Hanna mencionó que Noboa ama los mariscos y le gusta el buen vino.

Cuando lo llamaron para cocinarle al presidente Daniel Noboa, pensó que era una broma.ANTONIO HANNA

Cuando se le pregunta qué plato representa mejor la gastronomía ecuatoriana, no duda en admitirlo: “La cazuela de pescado”. Y si tuviera que convertir una canción en un plato, sería la cazuela inspirada en ‘Playa azul’.

Respecto a esta canción de la autoría de Luis Caputti y Miguel Cabrera, integrantes de Los Intrépidos, Antonio dice tener cientos de ahijados. “Muchas parejas se me han acercado para decirme que con esa canción se enamoraron, conquistaron o se casaron, por eso digo que somos los padrinos de Ecuador”, sostiene entre risas.

Aunque ese tema tuvo una gran acogida, dice que es ‘Soltero’, la canción más coreada y solicitada. “Esa canción no estaba en el repertorio que fuimos a grabar en Buenos Aires con Los Auténticos Cadentes, quienes fueron los productores, pero cuando la escuchamos decidimos incluirla”, indicó.

Historia de amor con sazón

La historia de amor con su esposa, Mariella Jaramillo, también tiene un toque culinario. “Le pedí matrimonio cocinándole yo mismo. Preparé una cena en mi casa, con velas y de fondo la infaltable ‘Playa azul’. Le hice una ensalada de peras con queso azul, lomo en salsa de pimienta y volcán de chocolate. Fue una noche mágica”, cuenta con nostalgia.

"Con 'Playa azul', somos los padrinos de Ecuador"Antonio Hanna
​Músico y cocinero

Desde entonces, recomienda ese menú para enamorar: una cena íntima, hecha con las propias manos y acompañada de buena música. Porque para Antonio Hanna, cocinar y cantar nacen del mismo lugar: del alma y del deseo de compartir algo que emocione. Y, como él dice, “la sazón perfecta es la que logra que quien te escucha o te prueba, no te olvide”.

Sus recomendaciones

También tiene sus recomendaciones bien definidas:

Mejor encebollado: el del Solitario George, en Guayaquil.

Platos subestimados: el caldo de salchicha y el yahuarlocro. “Son deliciosos, pero mucha gente los rechaza por el color oscuro. Son joyas escondidas de nuestra cocina”, asegura.

Sabor que lo transporta a su infancia: el kipe crudo (kipe naya), una receta libanesa a base de carne de cordero, trigo y especias que preparaban su abuela y tías todos los domingos. “Ese plato me lleva directo a los olores y recuerdos de mi niñez”. Paradójicamente, no lo ha preparado, pero pronto lo hará para sus tres hijas.

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