Francesco Tabacchi, La Flaca Guerrero y Chicho: Navidad para agradecer, tras vencer el cáncer

Tres personajes distintos, con una lucha similar. Ellos vencieron el cáncer y, por eso, esta Navidad tiene un tinte distinto: ya no está enfocada en regalos, agendas apretadas por las festividades o un sinnúmero de cosas pasadas, sino simplemente en la gratitud, en dar gracias a la vida.

Francesco Tabacchi, exgobernador del Guayas

Francesco Tabacchi Rendón, empresario y exgobernador de la provincia del Guayas, quien este año venció un cáncer de ganglio y amígdala, se toma unos minutos antes de comenzar su testimonio.

“Le he tenido terror a las enfermedades y a la muerte. Pero, por alguna razón, desde el instante en el que me enteré de que tenía cáncer, tuve que llenarme de valor para vencer mis miedos, para vencer mis terrores y salir adelante. Los chequeos preventivos, por supuesto, son importantísimos y luego confiar en los doctores, confiar en Dios y mantener una mente muy fuerte”, expresó.

En su caso, todo comenzó con un ganglio inflamado en la garganta, lo que lo llevó a acudir al médico. Debido a sus negocios en el mundo de la ganadería en Texas, Estados Unidos (pues pertenece a la quinta generación de una familia ganadera), decidió acudir a especialistas en ese país, quienes finalmente lo diagnosticaron.

“Mi madre tuvo cáncer y lo venció. Mi suegra tuvo cáncer durante 10 años y, al final del día, no lo pudo vencer. Paralelamente acudí a Solca, donde me operaron y, durante los siguientes 15 días, me hicieron todas las citas. Luego pude viajar a Estados Unidos, a Texas, donde recibí 33 radiaciones, todos los días, de lunes a viernes, durante aproximadamente tres meses”, manifestó.

Posteriormente, regresó a Ecuador para retomar su vida, con ciertos daños colaterales que prefiere no detallar. Sin embargo, cada tres meses debe realizarse controles médicos.

“Digamos que estoy en etapa de remisión. Sin embargo, hay que cuidarse. Creo que una de las cosas más importantes de todo esto es hacerse los chequeos preventivos. Cuando uno puede detectar algo a tiempo, es mucho más fácil controlarlo y vencerlo”, aconsejó.

Tras su lucha, hoy ve la vida de una manera distinta, especialmente en esta época navideña, en la que la unión familiar se siente con mayor fuerza.

“Viví la solidaridad y la empatía de mis familiares, esposa, hijos, hermanos, padres y amigos. Pero esa es la empatía y esa es la solidaridad que tenemos todos los ecuatorianos en cada rincón del país. Para mí quizás ahora es un poco fácil decirlo, pero después de lo que he atravesado, créanme que esto sí me ha cambiado la vida. Entre otras cosas, me he hecho más empático”, reconoció.

Aseguró tener muchos deseos de Navidad, pero señaló que, tras su batalla contra el cáncer, hay uno en especial: “Lo que me ha pasado a mí me hace hablar de la salud. Quisiera que haya salud para todo el mundo. Quisiera que nuestro país mejore su calidad de vida, pero que pueda tener, quizás, lo que yo tuve a la mano. Quizás es algo que nos lo merecemos todos, especialmente los más necesitados: un seguro, salud, buenos doctores, una atención responsable, solidaria y empática”.

Asimismo, Francesco Tabacchi aprovechó para enviar un mensaje a quienes todavía continúan en la lucha contra alguna enfermedad en estas festividades: “No hay que bajar los brazos, hay que seguir luchando. No es fácil tener la cabeza fuerte, pero (les pido) que se abracen a los suyos, que se aferren a la vida y que la peleen. El cáncer sí es una pelea que se la puede ganar, es una pelea que se la debe ganar. Aférrense a sus seres queridos”.

María Teresa Guerrero, deportista y expresentadora

“Soy La Flaca Guerrero y pasé por un cáncer de ovario bilateral en etapa 3 con metástasis en el peritoneo. El proceso fue muy retador, no es nada fácil. Es una lucha de valientes que tiene sus matices, que puede ser extremadamente desgarradora, muy dolorosa, pero que también puede tener muchas cosas lindas”, dijo la expresentadora María Teresa Guerrero al referirse a la enfermedad y al tratamiento que enfrentó.

En su caso, la experiencia la unió más a su familia y le permitió ver la vida desde otra perspectiva, aunque reconoce que “no quisiera que volviera nunca más”.

Uno de los pilares fundamentales durante el tratamiento fue su pareja, Graham Kersey, quien permaneció a su lado en Houston, donde recibió atención médica.

“Mis amigas también fueron increíbles, me acompañaron durante todo el proceso. Una manejaba cinco horas para verme, María José Silva, y la nombro porque con el cáncer ves quién sí y quién no (está a tu lado)”.

También contó con la compañía de la presentadora de noticias ecuatoriana Hellen Quiñónez. “La red de apoyo es importantísima en el cáncer. Hay que saber elegir a la manada”.

Debido a este proceso, asegura que las fiestas de Navidad tienen un significado distinto. “Doy gracias por seguir aquí, por seguir viva, por quedarme, por mi cuerpo, por lo fuerte que soy, por la mentalidad de atleta que tengo, por la fe que nunca me dejó. Dios nunca me soltó la mano. Voy a pasar aquí en Estados Unidos. Me iba a ir a Ecuador, pero tengo un año más de tratamiento”.

Aún conserva el puerto conectado a su arteria, ya que continúa recibiendo infusiones. Precisamente, la tercera está programada para un día después de Navidad.

“Mi Navidad será diferente, estaré en Houston, pero no importa. Dios me está regalando la oportunidad de sanarme, así que voy a estar contenta de que me pongan la medicina”, añadió.

A raíz de su experiencia, su deseo para estas fechas se centra únicamente en la salud. “Mucha salud para mí, mi familia, amigos y todas las personas que oraron por mí; para todos quienes no me soltaron, que pensaron en mí. Ese es el deseo que yo les puedo dar y le pido a Dios”, expresó.

Finalmente, Guerrero envió un mensaje de esperanza: “Si hoy estoy aquí es porque la fe me llevó a salir. Que crucen esa ola, que nadie más la va a cruzar por ustedes, ni su familia ni nadie más. Todavía tengo miedo, pero sigo cruzando la ola por en medio. Que se llenen de valentía, que pidan ayuda, que no tiene nada de malo, que busquen ayuda psicológica, que se rodeen de gente buena y filtren el contenido que consumen, porque (algunas) no suelen ser cosas tan buenas”.

Chicho Trujillo, ex chico reality

Al ex chico reality Chicho Trujillo le detectaron cáncer de colon y desde entonces viajó a Estados Unidos, para recibir tratamiento médico en compañía de su familia, y aunque ya tocó la campana significando que terminó su proceso de tratamiento, aún está a la espera de unos exámenes que determinarán si ya venció como tal la enfermedad. 

“Ha sido una de las experiencias más difíciles de mi vida. Esta enfermedad no mira edad, no mira nada. Me imaginé cualquier otra cosa, pero nunca un cáncer”, explicó el influencer, quien pasó por 33 quimioterapias vía pastillas.

Estas fiestas navideñas, que usualmente están acompañadas de villancicos y reuniones familiares, no serán iguales. Sus padres permanecen en Estados Unidos, país al que regresará en febrero para realizarse chequeos y los exámenes que confirmarán si debe someterse a una segunda cirugía.

“Celebro la vida, el estar vivo. Recuerdo que lo más difícil de mi enfermedad no fue tenerla, sino sentarme con mi madre y decirle: ‘Mamá, tengo cáncer’, porque no me salía la voz. Ella siempre nos ha dicho que el día que nos pase algo, se vuelve loca”, relató.

Confesó que le pidió a Dios una nueva oportunidad, así como se la dio en 2021, cuando sufrió encefalitis y principios de meningitis, una afección cerebral que lo mantuvo hospitalizado y postrado en cama durante tres meses.

“Mi deseo esta Navidad es que todas las personas que están pasando por un proceso de cáncer sean fuertes. Pido sanación y esa fuerza. Si yo pude, ustedes también pueden”.

Ahora, después de todo lo vivido, cada vez que Chicho conoce de alguien con esta patología, siente una empatía profunda. “No quiero sonar trillado, pero quisiera que todas las personas con cáncer puedan tocar esa campana y librarse de esta enfermedad tan horrible”.

Finalmente, envió un mensaje a quienes continúan en la lucha, al igual que él: “Aférrense a la vida, así como yo me estoy aferrando. Mucha valentía, porque sí se puede, y sé que todo está en la mente”.