La inteligencia artificial (IA) avanza a pasos agigantados: ya interpreta radiografías, redacta informes médicos y realiza diagnósticos en segundos. Sin embargo, en Ecuador y gran parte de Latinoamérica, donde aún hay mujeres que no logran acceder a una mamografía a tiempo, la tecnología choca con la triste brecha en el acceso a la salud.

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Cifras del cáncer de mama en Ecuador y América Latina

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), América Latina y el Caribe registraron más de 210.000 casos en 2020, con casi 68.000 muertes. En Ecuador, el Ministerio de Salud Pública reporta unos 5.000 diagnósticos anuales y una tasa de mortalidad cercana a 11 de cada 100.000 mujeres.

Pero detrás de las cifras hay historias marcadas por la desigualdad: mujeres que esperan durante meses para una cita, jóvenes que desconocen su riesgo genético y familias que enfrentan tratamientos tardíos. En zonas rurales, el tamizaje sigue siendo escaso.

Mientras, la tecnología médica avanza en otros países. En EE. UU., por ejemplo, centros como UHealth SoLé Mia han integrado la inteligencia artificial en todo el proceso clínico: desde la primera consulta hasta la interpretación de imágenes.

Un algoritmo puede revisar miles de notas médicas en segundos y liberar tiempo para que los médicos se concentren en lo esencial: escuchar y atender a sus pacientes.

Cancer de mama: El cuidado puede iniciar desde los 20's

Andrea Bautista, oncóloga mastóloga de la Clínica Internacional, enfatiza que “el cáncer de mama no se origina de un día para otro; lo que hacemos en la década de los 20 construye resiliencia y fortalece nuestro sistema inmune”.

Los hábitos de alimentación, el ejercicio, el control del estrés y sobre todo el conocimiento del propio cuerpo pueden marcar la diferencia entre una detección a tiempo y un diagnóstico tardío, sostiene Bautista.

Las estadísticas lo confirman: las mujeres con antecedentes familiares deben iniciar sus chequeos antes de los 40 años, aunque también hay factores de riesgo silenciosos como el sedentarismo, el consumo de alcohol o cigarrillo y las dietas altas en comida ultraprocesada.

Para la especialista, la juventud, lejos de ser una etapa inmune, es el punto de partida de la prevención, dado que sus causas son múltiples y no siempre evidentes. Factores hormonales y reproductivos, como no haber tenido hijos, tener el primero después de los 30 o recibir tratamientos hormonales en la menopausia pueden aumentar el riesgo. Por eso, cuanto antes se hable del tema, mejor.

Y aunque los hábitos importan, también el acceso. La OPS ha insistido en que sin registros nacionales sólidos es difícil diseñar políticas efectivas o medir resultados. El reto, más que tecnológico, es de equidad y educación sanitaria.

Aun así, todavía hay esfuerzos a nivel local. En Guayaquil, del 20 al 24 de octubre, el Hospital General Los Ceibos realizará 200 mamografías a mujeres con factores de riesgo, como parte de una campaña por el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, que se recuerda cada 19 de octubre.

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