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Guayaquil

Tragedia en Durán: Niña de 11 años atentó contra su vida tras sufrir acoso escolar
María decidió quitarse la vida por supuestamente sufrir de acoso; sus familiares responsabilizan a la escuela. Esta asegura no haber estado al tanto
La familia de María, una menor de 11 años de edad, confía en que ella logrará recuperar su movilidad, habilidades y alegría luego de pasar por la unidad de cuidados intensivos, intermedios y hospitalización del Hospital de Niños Roberto Gilbert, en el norte de Guayaquil, para revertir de alguna manera el “severo daño cerebral” que le han diagnosticado.
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“Este es el momento más duro de nuestros días”, dice su madre, consternada por la tragedia que los envuelve desde el pasado 21 de septiembre, cuando la pequeña, residente del cantón Durán, intentó quitarse la vida en su domicilio.
¿Qué fue lo que sucedió con María?
“Era domingo, cerca de las 20:30. Yo no la vi por 15 minutos porque me acababa de bañar. Cuando regresé al cuarto no podía abrir la puerta y pensé que era una de sus bromas, porque solía esconderse detrás de la misma y, a pesar de mi insistencia, ella no me respondía”, cuenta la madre sobre el momento.
Enseguida, llena de preocupación, logró abrir la puerta ejerciendo fuerza y vio lo que quisiera ‘borrar’ de sus recuerdos: su pequeña había tomado la decisión de ahorcarse. Rápidamente llamó a su madre, abuela de la menor, para cortar el nudo y bajarla, ayudándose de las almohadas que la misma niña había puesto debajo suyo.

Mónica (nombre protegido de su tía política) le cuenta a EXTRA que enseguida la trasladaron a un centro médico privado, en el que la declararon fallecida. Pero insistieron y luego la llevaron hasta un subcentro de la red pública, donde la estabilizaron y en ambulancia la trasladaron al Hospital Doctor Enrique Ortega, también en Durán.
“Allí hubo más drama porque la querían intubar y nosotros tenemos mala experiencia con ese hospital. La sacamos y trajimos hasta Guayaquil, donde la recibieron. Ella ahorita solo tiene movimientos involuntarios y, por lo tanto, no sabemos qué la motivó”, menciona la tía.
Sin embargo, de acuerdo con Mónica, sospechan que María fue víctima de acoso escolar en la institución educativa particular a la que asiste, pues hallaron mensajes que consideran discriminatorios de dos de sus compañeras de salón.
Mónica dice que poco después de que María ingresó al hospital, hallaron una carta en su habitación. En esta decía, en pocas palabras, que no aguantaba el dolor que cargaba y que se disculpaba con su familia por esa decisión.
¿Qué fue lo que halló la familia de María?
Esta misiva los desconcertó, pues no conocían una razón para que la niña expresara que tenía este sentimiento. Poco después, por otras razones, la tía tomó el teléfono de su suegra, abuela de María, y notó que había dos cuentas creadas en Instagram y TikTok a nombre de la niña y a estas llegaban mensajes que considera violentos.
“Le decían ‘cabeza de Doraemon’, que era como el mojón del perro, que era fea, que nadie la quería y lo más preocupante fue el mismo día de esto (domingo 21 de septiembre) porque le pedían unos aretes y que si no los llevaba le partían la ‘madre’”, cuenta Mónica.
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La madre de María, por su parte, asegura que no tenía conocimientos de estos mensajes, pero que sí escuchó algo en la escuela, según cuenta. “Yo siempre me acercaba a la escuela y buscaba el meollo del problema, pero el problema estaba ahí. Ahí solo me decían: ‘No, la niña está inquieta’. Una profesora me dijo: ‘No me gusta la amistad de ella (María) con tal niña porque María es una niña sana’. Ellos sabían que algo estaba pasando, ¿por qué no me informaron?”, cuestiona.
La adulta insiste en que la comunidad escolar tenía conocimiento del “problema”, el cual no debió ser tomado a la ligera. “El DECE (Departamento de Consejería Estudiantil) no me dijo nada sobre el comportamiento de la niña. Esto empezó en julio, más o menos. La propia tutora me lo dijo y le pedí que me ayudara porque en casa la cuido, pero en la escuela ya no puedo”.
Desde ese momento, ella visitaba el colegio al menos dos veces a la semana, pero un mes antes de que María intentara suicidarse, tuvo un inconveniente con una de las menores que supuestamente le enviaban mensajes de acoso. “Hubo un percance y yo fui. Me dijeron que se habían peleado por un libro y esta niña me la quiso lanzar por las escaleras. Mi hija, como nunca, se defendió y me llamaron”, recuerda.
Diego, tío de María, por su parte declara que la pequeña sí sufría de amenazas y presentaron este caso ante las autoridades distritales. No obstante, no recibieron respuestas. Por lo tanto, decidieron elevar la denuncia ante la Junta Cantonal de Protección de Derechos de la Niñez y Adolescencia de Durán.
La defensa de la familia explica que el pasado martes 14 de octubre se presentaron ante la Junta y en esta audiencia, que fue resuelta de manera oral porque no han notificado de manera escrita, aseguraron que la rectora de la institución educativa, ubicada en la ciudadela Panorama, recibirá una amonestación, así como también el plantel.

El colegio se defiende: ¿Qué fue lo que dijeron?
Por el lado del colegio, la rectora de la institución, Martha Padilla, en conversación con este Diario expuso que ningún hecho fue reportado anteriormente. Es decir, afirmó que ellos no tenían conocimiento de que María haya sido amenazada por una de sus compañeras de salón, pues “todas las novedades son elevadas a un acta que cualquier docente o administrativo debe llenar” en caso de conocerlas.
“Conocimos del caso el lunes 22 (de septiembre). Lo lamentamos mucho como unidad educativa cristiana evangélica. Sin embargo, esperamos que todo el proceso investigativo sea realizado de manera que se puedan esclarecer los hechos. Antes de esta fecha, no tuvimos ningún reporte de maltrato de parte de la menor o de sus representantes”, sostiene Padilla.
Ella asevera que visitó a los padres el martes 23 de septiembre y que estos le indicaron que no tenían clara la razón de su hija para quitarse la vida, pero que tras leer unos chats sospechaban que había sido acosada.
La autoridad de la institución dice que estos chats apenas llegaron a ella el jueves 16 de octubre, tras la audiencia en la Junta Cantonal.
La rectora añade que al empezar a indagar con el DECE sobre las novedades, este departamento respondió que saltó un reporte en el que María estuvo señalada junto con dos compañeras como agresora, por “juegos inadecuados”, en el mes de julio. En inspección, tampoco había reportes. “No hubo una anticipación o una alerta que nos hiciera conocer que había ese riesgo”, insiste.
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Finalmente, dice que en la demanda los familiares señalan que la menor usaba el dispositivo celular para tareas escolares, lo cual ella refuta, pues afirma que ninguna tarea es enviada a través de la plataforma Microsoft Teams, la única usada por la institución. “De hecho, al inicio del año la representante firmó un acuerdo en el que se menciona la prohibición de celulares aquí (en la escuela). Nosotros tenemos el control aquí; en casa no se puede, les compete a los padres”.
Ahora la familia ahora lucha con el estado de salud de María, ya que los gastos de todos los insumos médicos necesarios son elevados. “Ahora mismo estamos preocupados porque cuando la niña salga del hospital, debemos tener una cama hospitalaria para asistirla. A ella ahora se la alimenta por sonda nasogástrica, se gasta en pañales y muchas otras cosas más. Por eso, si alguien quiere hacer algún donativo de medicamentos o insumos, estamos abiertos a recibirlos. Pero lo que más queremos es justicia, porque se trata de una niña que ya no volverá a ser la misma”, finaliza su tío Diego, quien acompañaba siempre a María junto con su esposa y sus hijos.
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