La advertencia fue clara: “¡Todos adentro, nadie sale!”. Acto seguido, una ráfaga de disparos ensordeció a los habitantes del bloque 10A de Bastión Popular, en el norte de Guayaquil. Cuando el silencio regresó, varios moradores asomaron sus cabezas por las ventanas, mientras otros salían de sus viviendas. La escena era aterradora: dos hombres yacían en el piso, en un charco de sangre, con múltiples impactos de bala.

(Te invitamos a leer: Noboa retira decreto cuestionado y redobla apuesta por una nueva Constitución)

Este hecho violento, que alarmó a los habitantes de esta zona del distrito Pascuales, que hasta ayer contabilizaba 267 asesinatos, ocurrió alrededor de las 12:30 del viernes 19 de septiembre.

Los vecinos, que prefirieron no dar sus nombres por temor a represalias, relataron que aproximadamente diez hombres llegaron caminando por las estrechas calles del sector, apuntando con armas de fuego a dos ciudadanos. Las víctimas tenían las manos atadas a la espalda y la cabeza cubierta con trapos.

“Los traían secuestrados, hasta esta calle llegaron. No sabemos si los bajaron de algún vehículo, pero cuando vimos lo que ocurría, las personas que estaban afuera se metieron rápido a sus casas. Los delincuentes nos amenazaron; quién iba a quedarse a presenciar un hecho tan cruel, capaz hasta nos daban una bala. Aquí nadie dice nada”, explicó una moradora aún alarmada.

Uno de los fallecidos fue identificado como Jordy Jeremías Pincay Muñoz, de 22 años. La otra víctima mortal no fue identificada en el lugar, aunque familiares de ambos se dirigieron al laboratorio de Criminalística para retirar los cuerpos.

“Esto es por ‘vacuna’. Los chicos trabajaban como tricimoteros y si no pagan, los matan”, comentó el padre de Jordy. Él era el menor de cinco hijos y residía en el bloque 11 de Bastión Popular. Los familiares del otro fallecido evitaron dar declaraciones, incluso revelar su identidad.

De acuerdo con información de la Policía, el sector estaría siendo escenario de una disputa territorial entre los grupos de delincuencia organizada Los Águilas, liderados por alias Kiko, y Los Lobos, encabezados por alias Calvito.

En el lugar se encontraron cinco vainas percutidas calibre 9 milímetros y una bala deformada. (AEB)

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡Suscríbete a EXTRA!