Editorial: Gracias a nuestros distribuidores
Sin el empuje diario de estos distribuidores, EXTRA no podría llegar a sus lectores ni resistir la persecución política que enfrenta
Diario EXTRA llega todos los días a manos de sus lectores porque hay gente que no se deja amedrentar. Su trabajo ya no es solo repartir un diario: hoy es defender que la información circule, aun cuando al poder no le gusta lo que se publica. Esta Navidad, EXTRA quiere decirlo sin rodeos: ¡gracias! y respaldo total a los 14 distribuidores que, contra viento y marea, siguen cumpliendo.
No la tienen fácil. Trabajan bajo un ambiente de presión y acoso que no se puede normalizar. El hostigamiento del Servicio de Rentas Internas (SRI) y de la Fiscalía no es casual ni inocente. Busca meter miedo, marcar territorio y advertir que cualquiera que trabaje con un medio incómodo puede pagar las consecuencias. Sin el empuje diario de estos distribuidores, EXTRA no podría llegar a sus lectores ni resistir la persecución política que enfrenta.
¿La razón? Muy clara: un Estado que no soporta la fiscalización ni las denuncias de corrupción, sobre todo cuando se destapan irregularidades en áreas tan delicadas como la salud. En vez de dar explicaciones, se persigue. Por eso hay que decirlo de frente: los medios no nacieron para servir al poder económico ni al político de turno, ni para repetir su discurso. Nacieron para incomodar, para fiscalizar y para contar lo que muchos quieren esconder. Y mientras haya distribuidores valientes en la calle, esa misión seguirá viva.