Las Fuerzas Armadas del Ecuador denominaron como falsas las versiones que circulan en redes sociales sobre un presunto “auto sabotaje” tras el ataque a la caravana presidencial ocurrido en la provincia de Cañar, el pasado 7 de octubre de 2025. La controversia se originó por una imagen en la que se observa a personal militar golpeando el parabrisas de un vehículo oficial.

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La institución aclaró que la acción formó parte de un protocolo de seguridad ejecutado para proteger la integridad de los ocupantes después del ataque en el sector de El Tambo. Según el Ejército, los uniformados no destruyeron los vehículos, sino que retiraron los vidrios rotos con el fin de evitar accidentes y lesiones entre los miembros de la comitiva.

“No se destruyeron vehículos, se retiraron los vidrios rotos”

En un comunicado oficial, las Fuerzas Armadas explicaron que las imágenes difundidas en redes fueron sacadas de contexto. “Circulan imágenes falsas en redes. El personal militar no destruyó vehículos; retiró los vidrios rotos tras los ataques a la caravana presidencial para evitar accidentes y proteger vidas de quienes deben usar esos vehículos”, señala el pronunciamiento.

El Ejército añadió que un parabrisas trizado representa un peligro para la conducción, ya que “distorsiona la visibilidad y genera puntos ciegos peligrosos; sus esquirlas pueden causar heridas graves o cegar al conductor en segundos”. Con esta aclaración, la institución buscó desmentir las versiones que insinuaban manipulación o alteración de pruebas tras los hechos ocurridos.

La imagen que desató la polémica

La controversia cobró fuerza luego de que se viralizara una fotografía en la que un miembro del Ejército rompe con la culata de su fusil el parabrisas de uno de los vehículos afectados en el ataque del martes. 

En redes sociales, el gesto fue interpretado por algunos como una supuesta puesta en escena del Gobierno para dar mayor dramatismo a la agresión sufrida por la caravana presidencial que trasladaba a Daniel Noboa hacia Sigsihuayco.

El ataque a la caravana presidencial

El hecho que dio origen a la polémica ocurrió cuando la caravana presidencial fue emboscada en el sector de Coyoctor, en la provincia de Cañar. Un grupo de manifestantes bloqueó la vía y lanzó piedras y palos contra los vehículos, provocando daños en al menos ocho automotores.

Inés Manzano, ministra de Ambiente y Energía, calificó el ataque como “un intento de asesinato contra el presidente Noboa” y presentó la denuncia ante la Fiscalía. Tras el ataque, las fuerzas de seguridad detuvieron a cinco personas que ahora son investigadas por terrorismo e intento de asesinato.

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