En los últimos dos años, 11 estudiantes han sido asesinados en la provincia de El Oro. Los casos más recientes, registrados en Pasaje, evidencian un patrón alarmante: adolescentes de entre 14 y 17 años se están convirtiendo en objetivos directos de bandas delictivas como Los Lobos y Los Sao Box, que buscan ganar influencia dentro de los planteles educativos.

El hallazgo de panfletos junto a los cuerpos revela una estrategia de intimidación. La violencia no solo pretende amedrentar a grupos rivales, sino también enviar advertencias a los estudiantes, quienes se sienten presionados a involucrarse en actividades criminales.

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“Así va a quedar todo aquel que se esté prestando para la wevad... que monte la de lobo espejo”, decía el mensaje hallado sobre el cuerpo baleado de un estudiante de 15 años la tarde del martes 22 de octubre, a pocos metros de su colegio, en la parroquia Buenavista, en Pasaje.

A raíz de este hecho, padres y representantes decidieron no enviar a sus hijos a clases, temerosos de que sean víctimas de ataques o reclutados por las organizaciones criminales.

En los colegios de Pasaje y Machala es común ver a diario a padres esperando a sus hijos desde la mañana hasta la hora de salida. “Nos da miedo venir a dejar a los niños. No sabemos quién entra o sale. Sería importante que haya policías afuera de las escuelas”, comentó Osvaldo Guerrero, padre de un alumno.

Carlos Vargas, otro representante, contó que la rutina cambió por completo: “Antes los chicos iban solos al colegio. Ahora los traemos en moto o carro porque nadie se atreve a dejar que vengan caminando. Uno pasa todo el día con el corazón en la mano”.

El 15 de octubre, la cabeza de un estudiante de 18 años fue hallada frente al Municipio de Pasaje, mientras que su brazo fue arrojado frente al colegio donde estudiaba. Horas después, el resto del cuerpo fue encontrado en una finca bananera. En este caso, los agresores también dejaron un panfleto amenazante.

‘Guerra’ entre colegios

El comandante de Policía de El Oro, William Calle, confirmó la presencia de grupos delictivos en algunos colegios del cantón. “Uno está en manos de Los Lobos y otro de los Sao Box”, aseveró.

“Hago un llamado al Ministerio de Educación. Si los profesores ven que estos menores están vendiendo drogas, cometiendo sicariato o transportando armas, deben informarlo de inmediato”, advirtió el oficial.

Según Calle, las bandas buscan reclutar a adolescentes como informantes, mensajeros o ejecutores de delitos menores. “Estamos hablando de que la víctima fue un menor (caso de Pasaje) y los presuntos homicidas también. Incluso se habla de enfrentamientos entre colegios. Esto no puede quedar así”.

“Me da pena decirlo, pero sí, hay estudiantes que simpatizan con uno u otro grupo criminal”, alertó el intendente de El Oro, Borys Carrión, durante una mesa de seguridad. “Ya no es un problema que ocurre fuera de los muros de los colegios, sino dentro de ellos”.

Por su parte, la teniente política Mirtha Echeverría confirmó el ausentismo estudiantil en Pasaje los días jueves y viernes de la semana pasada, tras los macabros hechos, aunque aseguró que se reforzó la seguridad en las cuatro instituciones de Buenavista.

“No se puede hacer más”

Los padres han solicitado la presencia policial dentro de los planteles, pero eso no es posible. “Los límites los pone la ley, no la Policía”, enfatizó el intendente Carrión, al explicar que las normativas actuales restringen el ingreso de uniformados armados o la realización de operativos dentro de los colegios.

A su criterio, la ley es “demasiado garantista” y limita la aplicación de estrategias para frenar el avance delictivo. “Las bandas están mirando a los chicos no para formarlos, sino para destruirles la infancia y la juventud”, lamentó.

El Oro registra mayor riesgo en los cantones de la parte baja, como El Guabo, Pasaje, Santa Rosa, Huaquillas y Machala, donde la violencia se ha intensificado. “Hay quejas de padres que dicen que algunos alumnos simpatizan con ciertos grupos delictivos”, añadió Carrión.

Muchas veces no se trata de un reclutamiento formal, explicó, sino de jóvenes que comienzan a reproducir símbolos, lenguajes y conductas propias de estas organizaciones. “Son relaciones de poder que se están formando dentro de las aulas”.

Medidas urgentes

Ante esta situación, el Ministerio del Interior habilitó un canal directo para denuncias sobre comportamientos de riesgo dentro de los colegios. Por su parte, la directora distrital de Educación, Marta Irene Armijos, manifestó que el plan de seguridad escolar ya está activado. “Coordinamos patrullajes con la Policía y brindamos atención emocional a los estudiantes y docentes”, indicó.

Aun así, reconoció que la asistencia ha disminuido y que no todos los planteles cuentan con guardias privados, por falta de presupuesto. “Esperamos que en noviembre se concrete la contratación”.

Mientras tanto, la preocupación de los padres crece. “Queremos más presencia policial, que vengan los militares también. Con unos pocos no alcanza”, reclamó Rosa Delgado, vecina de Buenavista. La mayoría respalda la idea de reforzar los controles dentro de los colegios. “Está bien que los revisen, así hay más seguridad”, opinó otra madre de familia. 

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