“¡Esto es un asalto!”. Esa fue la frase que rompió la calma de un bus que circulaba en un tramo de la avenida Simón Bolívar, en el sur de Quito, la noche del 30 de agosto de 2025. Lo que vino después fue un forcejeo, un grito de desesperación y la muerte de Pablo Viteri que viajaba acompañado de su padre. 

El caso sacudió a la ciudad y, una semana después, tuvo un primer nombre en la mira: alias Niño Steven. La Fiscalía confirmó que el joven, fue detenido en un operativo realizado la madrugada del 5 de septiembre. Las investigaciones apuntan a que él habría sido uno de los asaltantes que abordaron la unidad en la parada de La Forestal.

Durante las indagaciones, el padre de la víctima dio un testimonio desgarrador porque reconoció al sospechoso como el sujeto con el que forcejeó para defender a su hijo, mientras este era apuñalado por resistirse al robo. Según relató, intentó ayudarlo, pero fue encañonado con un arma de fuego. 

La escena quedó grabada en su memoria como la última vez que vio a su pariente con vida. El informe de la autopsia reveló que el pasajero murió por una hemorragia aguda externa, causada por heridas punzocortantes en sus extremidades. Fueron cortes precisos, profundos y fatales, que sellaron la tragedia en cuestión de minutos. 

El padre, impotente, solo pudo ver cómo su hijo se desangraba hasta ser trasladado al Hospital Padre Carolo, donde se confirmó su fallecimiento horas después del hecho violento.

¿Recibió prisión el sospechoso?

Con estos elementos, la Fiscalía pidió la prisión preventiva para alias Niño Steven. El juez de Garantías Penales aceptó el pedido y firmó la boleta de encarcelamiento, enviando al sospechoso tras las rejas mientras avanzan las investigaciones. El proceso se abrió por homicidio, un delito tipificado en el artículo 144 del COIP, que contempla penas de hasta 13 años de cárcel, sin agravantes. 

El rol de Niño Steven dentro de una banda denominada Los Tijeras y que operaba en la Simón Bolívar aún está por definirse. La Fiscalía sostiene que esa noche, un grupo de sospechosos subió al bus con los rostros semicubiertos y tomó las pertenencias de varios pasajeros. Él habría sido parte activa del ataque que terminó en tragedia.

La instrucción fiscal se desarrollará durante un plazo de 90 días, tiempo en el que se espera identificar a los otros integrantes del grupo que todavía están prófugos. Quito, mientras tanto, se mantiene expectante: un nombre cayó, pero la banda completa sigue siendo una amenaza en las calles.

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