Quito: El fatal desenlace de una comerciante cristiana a quien se le cruzó un perro en la escalera
El hecho ocurrió dentro de su vivienda, en el sector La Roldós, justo cuando se iba a dirigir hacia su negocio. Hay dolor entre familiares y su comunidad de fe
El hecho generó conmoción entre quienes conocían a la mujer.
El dolor se apoderó de una casa del sector La Roldós, en el noroccidente de Quito, a solo dos días de la Navidad. La mañana del lunes 23 de diciembre de 2025 terminó en tragedia para una familia conocida y querida en su comunidad cristiana evangélica. Ana Lucía León Bastidas, de 44 años, murió tras sufrir una caída accidental en las gradas de la escalera de su vivienda, cuando se disponía a salir, como cada mañana, hacia el negocio familiar.
Según relató su esposo, Juan Alberto Sango, Ana Lucía había subido momentos antes a revisar la obra que se realizaba en la casa. Era parte de su rutina diaria: ambos verificaban los avances de la construcción y luego bajaban para abrir el local. Fue en ese regreso por las gradas internas de la escalera cuando ocurrió el accidente.
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Mientras descendía por los peldaños, un perro grande (mascota de un familiar y muy apegado a las personas) se cruzó inesperadamente en su camino sobre la escalera. Ana Lucía no se percató del animal y tropezó en las gradas, lo que provocó una caída violenta dentro del inmueble. El golpe fue directo en la cabeza.
Así ocurrió la dolorosa muerte de la comerciante
Juan Alberto contó que se encontraba apenas a unos pocos peldaños de distancia, dentro de la misma escalera, cuando sucedió todo. Al escuchar el golpe, se volvió de inmediato y la encontró gravemente herida al pie de las gradas. “El golpe fue directo al cráneo. Le salía sangre por la nariz y por los ojos”, relató durante una transmisión en vivo, con la voz entrecortada.
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En medio del desespero, intentó auxiliarla de inmediato. Le practicó respiración y la cargó para llevarla al subcentro de salud más cercano. “Hice todo lo posible”, repitió ante quienes lo acompañaban y seguían la transmisión. Personal médico intentó estabilizarla mientras se esperaba la llegada de una ambulancia, que tardó en acudir. Cuando fue trasladada, su estado ya era crítico y poco después se confirmó su fallecimiento.
Tras la alerta al ECU 911, personal especializado acudió al inmueble. El procedimiento policial determinó que se trató de una muerte por precipitación ocurrida en las gradas de la escalera al interior de la vivienda. La escena fue descrita como descubierta y modificada por familiares, debido a los intentos de auxilio inmediato. El cuerpo presentaba múltiples lesiones compatibles con una caída accidental, principalmente en la cabeza y el rostro.
Gran afectación a quienes conocían a la comerciante
La pérdida golpeó con fuerza a la comunidad. Ana Lucía era considerada una mujer valiosa dentro de su iglesia cristiana evangélica. Junto a su esposo llegó al barrio hace 17 años, levantaron un emprendimiento y sirvieron al vecindario. Había vivido 15 años en España y con ese esfuerzo ayudó a construir la casa donde hoy su familia llora su ausencia.
Ana Lucía deja dos hijas adolescentes. Amigos, familiares y miembros de iglesias cristianas la despidieron con oraciones y alabanzas, tanto en su hogar como en un culto cristiano transmitido en vivo. A dos días de la Navidad, el dolor quedó instalado en una escalera donde, hasta esa mañana, solo había rutina, trabajo y fe.
