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Quito

Homenaje póstumo: Los hijos de Paulina Tamayo, Paola y Willie Muñoz Tamayo, reciben el Gran Collar Rumiñahui en memoria de la cantante, durante la Sesión Solemne por los 491 años de Fundación de Quito.Leonardo Velasco.

Quito honra a Paulina Tamayo con su máxima distinción en el Teatro Sucre

Paulina Tamayo recibió —de manera póstuma— el Gran Collar Rumiñahui, la máxima condecoración de la ciudad

Quito rindió este 6 de diciembre su tributo más alto a Paulina Tamayo, en la Sesión Solemne por los 491 años de Fundación, realizada en el Teatro Nacional Sucre.

La artista recibió de forma póstuma el Gran Collar Rumiñahui, la máxima distinción que entrega la ciudad en este acto anual.

La sala se puso de pie cuando sus hijos, Paola y Willie Muñoz Tamayo, subieron al escenario para recibir la condecoración. Fue un momento de celebración, duelo y gratitud hacia una de las voces más queridas del país.

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“Ella alcanzó a saberlo”

La intervención de Willie Muñoz Tamayo llenó la ceremonia de una emotividad particular. Él reveló que su madre conoció de su postulación cuando aún estaba con vida, gracias a una llamada del alcalde.

“Aunque esto sea un homenaje póstumo, cuando mi mamita todavía nos acompañaba físicamente, el señor alcalde tuvo la gentileza de contactarnos y contarle que iba a ser postulada por sus 55 años de vida artística”.

Willie explicó que aquella noticia la acompañó en sus últimos días. "Aunque el plan celestial fue distinto y ella no pudo estar presente físicamente, me siento complacido de que fue conocedora de que la verdad máxima que la ciudad entrega la ganó, la adquirió. Se pudo ir sabiendo que lo recibió”.

Una vida entera consagrada al arte

Paulina Tamayo comenzó a cantar a los cinco años y dedicó 55 de sus 60 años de vida a la música nacional. Su voz se convirtió en referente del pasillo, del bolero y de la tradición quiteña y ecuatoriana, con un repertorio que marcó generaciones.

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Legado eterno: Quito rindió tributo a Paulina Tamayo, reconocida por su trayectoria de 55 años en la música nacional, con la máxima distinción de la capital.Leonardo Velasco.

Su trayectoria dejó huella en festivales, escenarios, radios, fiestas populares y homenajes públicos, consolidándola como una figura imprescindible de la identidad musical del país.

“Defenderemos su legado con la misma exigencia”

Para la familia, la responsabilidad ahora continúa. “Mi hermana y yo trataremos de defender ese legado con la misma exigencia y calidad que ella lo hizo. Ella es quiteña, pero es de todo el Ecuador. Que viva Quito y que viva Paulina también”, dijo Willie.

El Gran Collar Rumiñahui se entrega cada año durante la Sesión Solemne del 6 de diciembre a quienes han aportado de manera excepcional a la ciudad. Este año, Quito eligió que el nombre de Paulina Tamayo fuera pronunciado en el Teatro Sucre, como símbolo de un legado que trasciende lo musical y refleja afecto, memoria y pertenencia.

La ovación final resumió lo que ella significó: una artista que, aun en ausencia, sigue siendo de Quito y de todo el Ecuador.

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