Tacones, risas y viudas: así fue la carrera más divertida de fin de año en Quito
Los usuarios de un gimnasio compitieron para saber quién es el participante con minifalda más rápido. Hubo caídas, risas y calambres. ¡Un goce!

Todos fueron vestidos con trajes sensuales y apegados al cuerpo.
Nueve quiteños se convirtieron en atletas con minifalda durante 30 minutos en el Parque Urbano Cumandá, en el centro de Quito. Allí se realizó la segunda edición de la Carrera de Viudas en Tacones, un evento particular marcado por risas, caídas y hasta acalambrados.
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La viuda es un personaje tradicional interpretado por hombres disfrazados de mujer, que salen a las calles cada 31 de diciembre para llorar la ‘muerte’ del Año Viejo y pedir dinero a quienes se cruzan en su camino.
Nombres divertidos
‘Amansa Cabezas’ y ‘Rosa Melano’ fueron los nombres artísticos de dos de los participantes, quienes se metieron tanto en el papel que, al final de la carrera, bromearon con la idea de convertirse en pareja con las pelucas incluidas.

Los participantes se preparan para correr más casi 300 metros en una pista improvisada.
Ambos subieron al podio tras terminar en segundo y tercer lugar, luego de completar un circuito improvisado de 150 metros que debían recorrer de ida y vuelta.
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A los costados de la pista se ubicaron curiosos, familiares y amigos que no solo alentaron, sino que también tomaron fotos y grabaron videos para redes sociales. Incluso hubo algunos ‘picarones’ que silbaban y coqueteaban con los participantes.
Una iniciativa innovadora
La competencia fue organizada por instructores del gimnasio que funciona en el parque. Juan Diego Nieto, profesor de bailoterapia, explicó que este tipo de eventos ayudan a mantener viva la tradición de la viuda como un personaje icónico de las fiestas de fin de año.
Nieto también se vistió como viuda y fue una de las más ‘solicitadas’, con sombrero, vestido ajustado y peluca rubia. “La idea es alegrar a la gente y compartir con los seres queridos”, señaló.

Algunos atletas terminaron agotados y recibieron el apoyo de sus amigos.
Caídas y calambres
‘Amansa Cabezas’ y ‘Rosa Melano’ son usuarios habituales del gimnasio. Cuentan que fueron los primeros en inscribirse cuando se abrió la convocatoria. Al inicio lo tomaron como una forma de diversión y ejercicio, ya que, según dicen, solo levantan pesas y casi nunca corren.
Durante la competencia se dieron cuenta de que desplazarse en tacones no es nada fácil, y menos correr.
‘Amansa Cabezas’ recuerda que le contó a su madre lo que iba a hacer. Ella quedó sorprendida, le prestó el vestido y los tacones, pero prefirió no ir a verlo. “Si me veía así, me desheredaba”, bromeó entre risas.
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Por su parte, ‘Rosa Melano’ aseguró que disfrutó vestirse con peluca y minifalda, aunque fuera por unos minutos. Se metió tanto en el personaje que explicó que eligió su nombre porque le gustan las rosas, pero evitó decir su apellido para no sonar grosero. Solo sonrió y se sonrojó.

Los participantes pertenecen al gimnasio del Parque Urbano de Cumandá
Fue uno de los finalistas y terminó con calambres tras la primera carrera clasificatoria. Por suerte llevaba licra debajo del atuendo. “Así no me morbosean mientras me ayudan”, dijo, mientras algunos ‘deportólogos improvisados’ lo asistían.
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Incluso confesó que intentó hacer trampa envolviendo sus pies y tacones con cinta adhesiva para mantenerlos firmes.
Otra participante, conocida como ‘Pitufina’, estuvo a punto de desmayarse tras la competencia. Quedó en cuarto lugar y tuvo que ser atendido por varias personas, que le dieron agua, caramelos y hasta besos en las mejillas para ayudarlo a recuperarse.
Una carrera difícil y graciosa
La carrera tuvo dos categorías y no se organizó por edad, peso o destreza, sino por orden de llegada. Incluso participó un niño de 12 años, con peluca verde y vestido negro. Debajo llevaba dos globos que simulaban senos y un estampado que decía: “Disfruta de las pequeñas cosas”.

Un niño también participó en la competencia.
Cada viuda debía llevar vestido o minifalda y blusa. La peluca, los accesorios y el maquillaje eran opcionales, pero los tacones eran obligatorios.
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La mayoría pidió el calzado prestado a hermanas, tías o novias. Hubo plataformas, tacos de aguja y otros de formas llamativas. Aunque se pensó que los tacones gruesos y bajos darían ventaja, no fue así.
El ganador con peluca
El ganador fue ‘Linda Caricias’, quien lució un enterizo color durazno y tacones delgados de unos 10 centímetros. Dominó tanto la carrera clasificatoria como la final, dejando sorprendidos a los espectadores.
Amanda Mosquera, una de las asistentes, comentó con humor: “Es dudoso que un hombre corra así con esos tacos. Ni a nosotras se nos hace fácil usar ese tipo de calzado”.

Esta es la segunda edición que se realiza de esta particular carrera de viudas en tacos.
Ante rumores sobre su orientación sexual, el ganador aclaró que había practicado minutos antes con unos zapatos de su hermana, lo que le ayudó a estar mejor preparado.
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Un grupo de mujeres que suele asistir a clases de bailoterapia en el parque coincidió en que este tipo de actividades fomentan la convivencia familiar y al aire libre, además de mantener vivas tradiciones que han marcado las festividades de fin de año durante décadas.