El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) ha emitido la Advertencia Meteorológica N.º 30, alertando sobre un período de condiciones climáticas adversas que afectará a gran parte del territorio ecuatoriano hasta el viernes 23 de mayo. 

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Según el informe, se prevén lluvias intensas, tormentas eléctricas y ráfagas de viento en distintas regiones del país, lo que eleva los niveles de riesgo por desbordamientos, deslizamientos e interrupciones en las actividades cotidianas.

Lugares bajo riesgo

El pronóstico establece diferentes niveles de alerta dependiendo de la región y la intensidad de las precipitaciones:

• Región Litoral: Las provincias de Esmeraldas, Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos, Manabí y el interior de Guayas enfrentan un nivel de riesgo alto a muy alto. Se esperan lluvias que podrían superar los 80 milímetros por día, acompañadas de actividad eléctrica y ráfagas de viento.
• Región Sierra: Aunque la intensidad será menor, provincias como Pichincha y Bolívar, así como zonas de estribación andina, están en alerta por acumulaciones significativas de lluvia, niebla densa y vientos moderados, lo que podría derivar en deslizamientos y reducción de visibilidad.
• Región Amazónica: En Sucumbíos, Orellana, Pastaza y Morona Santiago se pronostican lluvias frecuentes y prolongadas, con acumulados de hasta 54 mm diarios, lo que incrementa el riesgo de crecidas de ríos e inundaciones.

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¿A qué se deben estas condiciones?

El Inamhi explica que este patrón de lluvias se origina por una combinación de factores atmosféricos y oceánicos:

• Ingreso constante de humedad desde la Amazonía.
• Presencia de aguas cálidas frente a la costa norte, con temperaturas que alcanzan los 28°C.
• Procesos de convergencia de vientos que favorecen el ascenso del aire húmedo.
• Calentamiento diurno, que intensifica la inestabilidad en la atmósfera.

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