Durante la ceremonia de entronización del nuevo pontífice León XIV, celebrada en la Plaza de San Pedro del Vaticano, los presidentes de Colombia y Ecuador estuvieron ubicados lado a lado, en un escenario que no pasó desapercibido por el simbolismo diplomático que implica.

La imagen de Gustavo Petro y Daniel Noboa sentados juntos durante la misa papal generó atención entre observadores internacionales y medios de comunicación, debido al contexto político que antecede al encuentro. Aunque no se registraron gestos directos ni intercambios entre ambos, la cercanía física entre los mandatarios fue interpretada por algunos como un momento tenso.

Un antecedente marcado por declaraciones polémicas

Las especulaciones sobre un posible distanciamiento entre ambos gobiernos se remontan a abril de 2025, cuando el presidente colombiano expresó en su cuenta oficial de X (antes Twitter): “No puedo reconocer las elecciones en Ecuador”. 

En esa publicación, Petro cuestionó la legitimidad de los comicios celebrados en territorio ecuatoriano, argumentando que se desarrollaron bajo estado de excepción en siete provincias, con fuerte presencia militar y con “serias observaciones por parte de la OEA”.

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Estas declaraciones provocaron reacciones críticas en la región y fueron percibidas por algunos analistas como una forma de deslegitimar la elección del presidente ecuatoriano. Desde entonces, no se ha registrado una rectificación por parte del mandatario colombiano, lo que ha contribuido al clima de distanciamiento diplomático entre ambos países.

Presencia protocolar, sin diálogo visible

Durante la celebración religiosa en el Vaticano, Petro y Noboa ocuparon asientos cercanos al altar central, junto a otras figuras de alto rango como la presidenta de Perú, Dina Boluarte, y el presidente de Paraguay, Santiago Peña, entre otros líderes de América Latina.

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A pesar de la cercanía física, no hubo señales de diálogo o interacción visible entre los presidentes de Colombia y Ecuador. Según medios internacionales y analistas consultados, el protocolo vaticano podría haber determinado la disposición de los asientos. Sin embargo, la falta de contacto entre ambos fue notoria.

Algunos observadores señalaron que este encuentro habría representado una oportunidad para reducir tensiones o mostrar disposición a restablecer vínculos diplomáticos. No obstante, el silencio entre ambos mandatarios fue interpretado como una prolongación del distanciamiento.

Participación de Ecuador sin pronunciamientos

Daniel Noboa asistió a la misa acompañado por su esposa, Lavinia Valbonesi, y por miembros de su comitiva oficial. No realizó declaraciones públicas en relación con el encuentro ni sobre las posturas expresadas anteriormente por Gustavo Petro.

Tampoco se emitieron comentarios desde el Gobierno colombiano sobre el acto religioso ni sobre la cercanía entre ambos presidentes. Así, la jornada concluyó sin gestos de acercamiento ni referencias al contexto político bilateral, dejando en evidencia que las tensiones entre Colombia y Ecuador continúan sin resolverse.

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