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Ecuador

Cerro Puñay en Chunchi: Detalles del rescate de Lucas, extraviado tras acampar
Descalzo, con un pie hinchado y exhausto hallaron al niño, después de cuatro días
“¡Tengo frío!”, fue lo primero que dijo a los rescatistas el niño quiteño de 11 años que estuvo cuatro días perdido en el cerro Puñay, en el cantón Chunchi, provincia de Chimborazo. Lucas había llegado el fin de semana con su familia para pasar la noche en ese lugar sagrado y lleno de historia. Lo encontraron exhausto, descalzo y con un pie hinchado.
Tras su rescate, que tuvo lugar la tarde y noche del miércoles 12 de noviembre de 2025, el menor de edad fue recibido con lágrimas, abrazos y un profundo sentimiento de alivio por parte de una comunidad que no perdió la esperanza de encontrarlo.
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Rescate entre quebradas
Alrededor de las 15:30 del miércoles, comuneros que llegaron hasta la zona de Santa Martha, en la comunidad Nanzag Chico (Huigra), reportaron haber divisado al niño. El operativo de rescate fue una verdadera hazaña, por el terreno agreste, de difícil acceso. Llegar hasta el punto donde estaba Lucas y luego descender con él tomó casi cinco horas.
En la misión participaron bomberos de Chunchi, miembros del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), el Ejército y voluntarios de varias comunidades. Incluso, uno de los miembros del GOE resultó herido en una mano, mientras cortaba la maleza.
Germán Mancheno, jefe del Cuerpo de Bomberos de Chunchi, resumió lo ocurrido con una frase simple pero llena de fe: “Los milagros existen. Un niño que permaneció a la intemperie, que supo aguantar las adversidades del clima y el hambre, es un verdadero ejemplo de fortaleza”.

Una de las protagonistas del hallazgo de Lucas fue Rosa Ojeda, comunera de Cullun. “Desde el domingo salimos al Puñay con otras compañeras y cuatro señores de Joyagshi. Seguimos las huellas. Primero encontramos el poncho, luego un zapato y más adelante la maleta”, manifestó.
“Hoy (miércoles), con el padrino del niño seguimos por debajo de los montes. No era un lugar para caminar... De pronto escuchamos que pedían ‘ayuda’. Bajamos corriendo y lo vimos acostado debajo de un palo, con la camiseta en las rodillas”.
Lucas estaba consciente. Débil, pero lúcido. Rosa recordó que apenas los vio, les dijo: “Gracias por ayudarme”. Luego preguntó: “¿Mis papás me querrán?”. El padrino le respondió: “Porque te queremos, te buscamos”. Y el pequeño, con voz suave, añadió: “Fue mi culpa. ¿Encontraron la mochila? Ahí me caí”.
Marco Caiza, integrante del GOE, contó que antes de iniciar la búsqueda esa mañana, le pidieron “permiso a la montaña”.
“Fue una tarea muy dura. Desde Santa Rosa caminamos ocho horas, entre la vegetación densa y las quebradas. Lucas durmió bajo un árbol, fue hallado a los 2.157 metros de altura, es decir, descendió más de 1.000 metros desde la cima”, reveló.

Tiene fractura en un pie
En el Hospital de Chunchi, el doctor Gary, pediatra de turno, informó que el menor llegó consciente, con signos de deshidratación y una fractura en el pie derecho, producto de una caída. “Ya está estabilizado y no requiere traslado a otro hospital”, indicó.
El coronel Hugo Arellano, jefe del Cuerpo de Bomberos de Alausí, cerró el caso con gratitud: “Lucas está con vida. Hay que agradecer a Dios por la vida y por el trabajo desplegado por todos”.
Con la confirmación médica de su estabilidad, la familia tiene proyectado volver pronto a Quito, donde esperan a Lucas en el séptimo año de su unidad educativa, de formación religiosa. Sus compañeros también oraron durante estos días para el regreso del pequeño.
Padres del niño agradecieron
La madre de Lucas, Ligia Herrera, compartió con voz temblorosa su inmensa alegría. “Sinceramente, me siento muy feliz de que mi bebé haya aparecido. No sabía qué hacer, solo orar”, expresó la mujer al exteriorizar sus agradecimientos.
Ella resumió cómo su hijo explicó la forma en que se desorientó. Él quiso ‘adelantar camino’ mientras la familia oraba, pero siguió por otro sendero. Al verse solo, quiso subir un poco y se cayó en una piedra. Ahí fue cuando se perdió.
Cuando fue hallado, Lucas les contó a sus rescatistas que durante todo ese tiempo lo cuidó su abuelito. Su madre aclaró que se refería al padre de su esposo, ya fallecido. “No es su abuelito biológico, pero se tenían mucho cariño, así que él lo considera así. Lucas cree que su abuelito siempre estará ahí para protegerlo”, dijo
El reencuentro de Lucas con su padre, quien llegó el lunes 10 de noviembre a Chunchi al enterarse de la noticia, fue igualmente conmovedor. Él lo acompañó en la ambulancia hacia el hospital, donde fueron recibidos con aplausos por decenas de personas que se congregaron en la dependencia al saber del rescate.
Al descender de la ambulancia, el progenitor prefirió no hablar con los medios. En pocas palabras mencionó que estaba “muy contento” por el rescate de su hijo.

Pueblo unido por el rescate
La operación de búsqueda y rescate se convirtió en una gran minga entre instituciones de respuesta, voluntarios y comuneros. Aparte de las personas que recorrieron las entrañas del Puñay, el resto colaboró brindando alojamiento, alimento, hidratación y apoyo de todo tipo a los rescatistas.
El caso, que se abrió inicialmente por desaparición forzada, fue cerrado con la noticia más esperada: el pequeño Lucas regresó a casa.
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