La impecable participación de Nadia Mejía, Miss Universo Ecuador 2025, en el Miss Universo realizado el 21 de noviembre en Tailandia generó orgullo, sorpresa, pero también polémica tras quedar fuera del Top 30. Ella regresó al país en medio de cuestionamientos en torno a la organización del concurso Miss Universo por supuestas irregularidades y un presunto fraude en el certamen.

En entrevista con EXTRA, la también modelo de 30 años revela cómo vivió desde adentro uno de los certámenes más comentados de los últimos tiempos. Confiesa el impacto emocional que enfrentó, las dudas que surgieron tras bambalinas, el aparente favoritismo que presenció y la manera en que la fe y el respaldo del público se convirtieron en su verdadera corona.

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¿Cómo describirías tu paso por el Miss Universo 2025?

Fue espectacular. Yo di todo y no tengo ningún regret (arrepentimiento), porque para mí fue un sueño cumplido.

La verdad es que aprendí que la corona no es algo físico; la corona es sentimental. Es mi esfuerzo, mi camino para estar allá. La corona es mi gente aquí, todo el apoyo, el amor de mi país. Y la corona también es porque soy hija de Dios. Yo no necesito una corona de Miss Universo para ser una reina.

Te noto triste. Sabemos que te esforzaste y que te costó mucho prepararte

(Respira para contener las lágrimas) Sí, sí fue mucho, la verdad. Obviamente quería ganar, pero sé que, hoy en día… antes del concurso estaba orando y dije: “Dios, si esto es para mí, por favor abre esa puerta”. Él cerró esa puerta muy duro en mi cara, pero sé que ahora estaba protegiéndome.

Esa organización necesita trabajar mucho en transparencia y en sus dueños. Hay mucho drama en ese concurso, y yo prefiero estar en Ecuador, con mi corona, con mi esfuerzo y con mi dignidad.

Se critica a Fátima porque dicen que compró la corona. ¿Qué opinas de todo ese hate que le están lanzando?

Mira, esto no es sobre una candidata; es un sistema que no fue transparente. Nunca voy a decir que ella no fue la ganadora.

Ella tiene ángel, es una mujer espectacular y un modelo a seguir. Nunca voy a decir que fue fraude, pero hay muchas cosas en la organización que necesitan trabajar para arreglar.

Fátima se hizo viral cuando alzó la voz contra Nawat Itsaragrisil, presidente de Miss Universe Tailandia. ¿Cómo fue ese momento? ¿Qué pasó?

Estaba sentada esperando recibir mi banda como Ecuador. Era un momento en el que estaba muy feliz y fue muy heavy (pesado).

Me siento muy orgullosa de que ella usó su voz, porque en esos momentos todas queremos ganar, pero ella sabía su valor. Tiene una personalidad muy fuerte, muy linda, y yo estaba con ella. Cuando él dijo eso, todas las latinas fuimos como un sisterhood (hermandad entre mujeres) y nos levantamos para salir.

¿Estás triste por no haber logrado la corona para Ecuador?

Obvio. Estaba diciendo antes de irme del país: ‘Yo quiero corona para Ecuador’. Pero la verdad es que sí tengo la corona para Ecuador: es el amor de ustedes.

Sé que mi trabajo fue espectacular. Nunca voy a cambiar nada de lo que hice en el escenario. Mi pasarela, sé que mi entrevista fue otro nivel. Tengo mucha seguridad en mí misma y, si los jueces -o no sé qué pasó- no pudieron ver eso, está bien. Dios lo sabe.

En los últimos años Ecuador ha captado atención internacional con sus candidatas, ¿crees que pronto tendremos una Miss Universo ecuatoriana

Sí, pero vamos a ver si esa organización va a cambiar, porque no quiero que ninguna candidata viva una experiencia sin transparencia. No es justo, porque es mucho trabajo para estar allá, y no quiero que esa candidata vaya a perder su tiempo.

Muchos decían que debería hacerse nuevamente el concurso, incluso tu papá, Gerardo Mejía. ¿Volverías?

Obviamente deseo que eso fuera una realidad, porque quiero competir de manera justa, de una manera en la que no haya problemas detrás del escenario.

Ese sí sería mi último concurso, porque tendría la oportunidad de volver y ver a una organización transparente. Y creo que los resultados serían muy diferentes.

¿Diferente?

Viví cosas raras allá. Viví experiencias incómodas, favoritismo y cosas que escuché que no fueron justas. Obviamente quiero regresar, tener un momento más para brillar por nuestro país, porque sé que Ecuador necesitaba entrar a ese Top 30. La verdad es que muchas candidatas merecían más ese año.

¿Sentiste favoritismo?

Absolutamente. No diré nombres, pero los misólogos no son jueces; sin embargo, son expertos en ver quién es una reina, qué tiene esa chica. Estaba en todos sus tops: top 5, top 10 mínimo… y no entré. Fue algo que no pude entender.

Al día siguiente se empezaron a revelar irregularidades y se hablaba de un supuesto fraude. ¿Cómo te sentiste?

Al día siguiente fue mi cumpleaños número 30. Quería celebrar, pero estaba viendo redes y noticias sobre eso. No pude disfrutar, porque todas las candidatas sentimos: ‘¿Qué? ¿Esto es real? ¿Ese fraude realmente existe?’

¿Por qué los jueces renunciaron antes del concurso? Ellos dijeron que había una lista del Top 30, y si eso es verdad, nunca tuvimos una oportunidad. Si mi pasarela y mi entrevista fueron perfectas pero no estaba en esa lista, eso ya estaba fuera de mis manos.

¿Qué pasó por tu mente cuando no te nombraron en el Top 30?

Regresé al backstage y lo primero que pensé fue: ojalá mi país no se sienta decepcionado por mi trabajo. (Nadia rompe en llanto).

Yo estaba diciendo que quería la corona. Fue un dolor, pero no pensé: ‘tengo vergüenza’. Pensé en mi país, en esa esperanza tan fuerte que tenían puesta en mí. No quería que la gente se sintiera mal nuevamente. Odio eso.

Para sanar necesito sentir todo esto. Estoy abrazando a Dios más fuerte que nunca, y con Él a mi lado sé que todo va a estar bien.

Si pudieras darle un consejo a la organización de Miss Universo, ¿cuál sería?

Ellos cambiaron las reglas para permitir madres y mujeres casadas, pero este año y el pasado no recibieron el mismo trato que el resto. Si vas a mencionar inclusión, celebremos a una mujer casada, celebremos a las madres. Eso es un superpoder: tener un sistema de apoyo, tener hijos. Sería increíble.

Pero creo que la organización no estaba lista para eso, y esa gente no puede dar esperanzas falsas. Durante el concurso me decían: ‘Nadia, por favor, no digas que eres una mujer casada; no vamos a poner atención en eso’. Y yo decía: ¿por qué?, porque la organización no quería eso.

Yo no puedo competir si no van a cambiar esa regla. La única razón por la que pude competir fue ese cambio, pero en realidad era como un secreto. Antes del concurso, uno de los directores dio una charla y dijo: ‘No puedes tener novio. La organización es tu novio’.

Todas las mujeres casadas y madres nos miramos como: qué raro, eso es nuestra debilidad.

Y tú eres casada, Nadia.

Sí. Me hicieron una pregunta sobre eso, y eso no define mi valor, ni mi trabajo, ni nada. Pero allá lo veían como una debilidad, y no me gustaba. No me gusta que tuviéramos que ocultar esa parte de nuestra vida para complacer a una organización que no quería eso.

¿Te despides de los concursos?

Es el fin de mi camino, mi final. Prefiero disfrutar cada momento como Miss Universo Ecuador y voy a cerrar ese capítulo. Competí cuando tenía 13 años; ahora tengo 30. Siempre voy a hablar bien de los concursos de belleza porque aprendí mucho de mí misma. Gracias a esos concursos se me abrieron muchas puertas. Pero este es el fin de Nadia Mejía en los concursos.

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