Los vecinos de la calle 11 y callejón Parra están ‘a full’ con los preparativos para el fiestón de Nochebuena en el suburbio, al suroeste porteño.

Cada año, en este barrio sus moradores arman toda una serie de actividades recreativas y religiosas por Navidad y Fin de Año, que empiezan a planear con meses de anticipación para cerrar el año a lo grande.

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“En Nochebuena entregamos regalos a los niños, hacemos juegos tradicionales como carrera de ensacados y la carrera con el huevo y la cuchara. También hay torneo de índor, se comparte chocolate y hotdogs, y hacemos la quema del castillo con pirotecnia. Son actividades durante todo el día, especialmente pensadas para los niños”, comentó Wilson Vélez, morador de la zona.

Barrio se ‘enciende’ por la Navidad

Los vecinos viven con gran entusiasmo estas fiestas, lo que se refleja en las decoraciones y el empeño para adornar las fachadas de sus domicilios durante diciembre.

Luces de colores, guirnaldas y árboles de Navidad llenan la zona de brillo y color, atrayendo la atención de propios y extraños a varias cuadras a la redonda.

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“En mi caso, me toma unos cuatro días armar las decoraciones de mi casa. Pongo luces, muñecos, bastones de caramelo, bolas navideñas, armo el árbol y hasta visto los muebles con forros navideños”, detalló una vecina que ha ganado el premio a la vivienda más adornada, pero prefirió no identificarse para no “dar papaya” a la delincuencia.

Ella añadió que su esfuerzo se debe a que la cena navideña familiar se hace en su hogar y, sobre todo, para alegrar a los más pequeños. “Somos unas 35 personas, a todos nos gusta la Navidad, por eso pongo la casa adornada para la ocasión”.

Orquesta y baile toda la Nochebuena

El espíritu navideño es tan fuerte en esta zona de Guayaquil que hace unos años los moradores plantaron un pino en una de las esquinas, el cual ahora alcanza la altura necesaria para convertirse en el árbol navideño ‘oficial’ del sector, adornado y cuidado por todos los vecinos.

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Mónica Castro, una de las principales gestoras de las actividades del barrio, explicó que otra de sus tradiciones es realizar una misa para agradecer a Dios y pedir un año más próspero. Y después de la liturgia comienza la fiesta, en la que cada contratan una orquesta para animar el ambiente.

Vélez contó que “el año pasado estuvo aquí la Orquesta Manaba. En 2023 vino Jazmín, La Tumbadora. Siempre cerramos la calle y el festejo suele extenderse hasta las tres de la mañana”.

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