Para Juan no fue una sorpresa el escándalo que se armó dentro de un hostal de la calle Esmeraldas, centro de Quito, tras el asesinato de una sexoservidora, cuyo cuerpo continúa en la morgue de la Policía.

El habitante, quien prefiere no identificarse para evitar problemas, dijo que los pleitos por el sexoservicio son constantes en la zona. Sin embargo, es preferible mantenerse al margen para no salir perjudicado.

Es que el femicidio de la chica, de origen colombiano, destapó también el problema que tienen estos sitios: la falta de documentos para funcionar.

ESCENA 'CONTAMINADA'

Un día después del hecho, las autoridades llegaron y se toparon con irregularidades.

El primero fue que seguía abierto pese al asesinato, ocurrido poco antes de las 19:00 del 3 de abril. Una prueba de ello fue la presencia de huéspedes cuando se estaba a punto de clausurar el sitio. La mayoría de ellos eran venezolanos indocumentados. Decían que estaban de paso por Ecuador.

Lo segundo fue que la escena del crimen posiblemente fue ‘contaminada’. Esto porque cuando la Policía ingresó, se topó con que la cama donde fue encontrado el cadáver estaba desarreglada, al parecer alguien la había ocupado.

Y, por último, los documentos de funcionamiento no estaban al día. La propietaria les mostró los permisos, pero estos solo estaban vigentes hasta el 28 de febrero de este año.

“Es que se demoran bastante tiempo en actualizarlos”, indicó la mujer a las autoridades.

LAS CLAUSURAS

Según una sexoservidora, el hostal no era lugar para el ‘cuerpeo’. Ante esto, el Municipio indicó que la Secretaría General de Seguridad y Gobernabilidad realizó 45 operativos y de estos, 15 fueron elevados a actos administrativos sancionadores de ellos, 13 están avanzando, y en dos se ha declarado la nulidad.

A mediados de marzo, el ente detalló que se clausuraron tres establecimientos, donde se desarrollaba el trabajo sexual: dos en el sector de Santa Prisca y uno en el Centro Histórico.

Pese al descontento de las sexoservidoras ante estas decisiones, las autoridades municipales insistieron en que los espacios no tenían las garantías para brindar seguridad a las mismas chicas.

A decir de la Alcaldía, a través de un informe, se identificó a 278 trabajadoras sexuales que efectúan esta actividad en el Centro Histórico de Quito: el 13 % son jóvenes (18 a 29 años), el 45 % son adultas jóvenes (30 a 44 años), 40 % son de mediana edad (45 a 64 años) y el 2 %, adultas mayores (65 años en adelante). “Además, se identificó que 94 % (274) son de origen ecuatoriano y 3 % venezolano y colombiano (7 integrantes de cada nacionalidad), en total 14”. 

A PRISIÓN

José Chucuri, el sospechoso del femicidio de la colombiana, fue detenido dentro del mismo hostal por los huéspedes. Se presume que la ahorcó.

Aparentemente, el hecho se dio porque la víctima le habría robado. Ya en la Unidad de Flagrancia, del centro norte de Quito, se desarrolló la audiencia por el delito de homicidio. Las autoridades ordenaron la prisión preventiva del individuo.