“No podemos salir sin el miedo de que nos asalten. Quito era una ciudad de paz”, dijo Germán Valencia, un jubilado que asistió a la marcha de este domingo 12 de junio, en el norte de Quito.

La convocatoria fue en el parque La Carolina. Al menos 500 personas llegaron con globos, carteles y camisetas blancas para exigir paz, debido al incremento de delitos y muertes violentas.

“¡Queremos seguridad, ni un asalto más!”, gritaban mientras recorrían las avenidas Amazonas, Naciones Unidas y Shyris.

Según la Policía Nacional, del 1 de enero al 22 de mayo de este año se han registrado 56 muertes violentas, entre asesinatos, femicidios y sicariatos, en la capital.

Esto preocupa a los ciudadanos, quienes protestaron porque “nos sentimos indefensos, no sabemos si vamos a regresar a casa”, agregó Valencia, quien también es dirigente barrial de Cochapamba.

En total llegaron 120 organizaciones, entre transportistas, maestros, barrios y sindicatos, para exigir que el gobierno ponga a las Fuerzas Armadas en las calles. “Es necesario. La Policía no se alcanza con tanto delito”, comentó Lucía Cabrera, otra de las presentes.

GOBERNABILIDAD

Entre los protestantes estuvo Pablo Ponce, exconcejal de Quito, quien acotó que el principal problema es la gobernabilidad. “Hemos tenido crisis políticas que han pasado factura. No hay un plan de ciudad”, aseveró. También insistió en que el Municipio y sus concejales aún la administran “desconectados de los ciudadanos y sus necesidades”.

Andrea Hidalgo, actual concejala y una de las convocantes, dijo que “desde su despacho se congregaron varios gremios para la marcha”.

El segundo paso, según Hidalgo, es formar comités de seguridad con los dirigentes barriales que asistieron a la marcha. “También es necesario que desde el Municipio se vele por la aplicación de la última ordenanza aprobada”, agregó.

En ella se contempla la prohibición de portar armas blancas sin justificación y la sanción es de un salario mínimo.

La marcha duró aproximadamente una hora. Al final los presentes hicieron un minuto de silencio por las víctimas que ha dejado la delincuencia en las últimas semanas.