Con un discurso desafiante y una estrategia militar sin precedentes, el presidente Daniel Noboa lanzó una ofensiva frontal contra la minería ilegal en la Sierra norte.

La acción combinó operativos en Imbabura y Carchi con un mensaje político que apunta directamente a las mafias y a “los políticos que las protegen”, mientras grupos criminales responden con atentados en la Costa.

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“No vamos a parar ante presiones o amenazas. Vivimos en un Estado libre, de derecho, fuerte contra el narco. Seguimos atacando la minería ilegal en Buenos Aires, provincia de Imbabura. Continuaremos en otras partes clave del país, luchando contra la minería ilegal y los políticos que la protegen”, declaró Noboa.

El antecedente: coche bomba en Guayaquil

La tarde del 14 de octubre, un carro bomba explotó en una concurrida zona comercial y empresarial del norte de Guayaquil, en lo que el Gobierno consideró una respuesta directa de grupos criminales a las operaciones militares desplegadas en el norte del país.

El ministro del Interior, John Reimberg, responsabilizó a Los Lobos por el atentado. Explicó que la colocación del coche bomba y otro vehículo explosivo (que fue desactivado) fue una represalia a las acciones de las Fuerzas Armadas del Ecuador y la Policía en Buenos Aires.

“Los Lobos tienen nexos con el grupo colombiano disidente Frente Oliver Sinisterra (FOS), relacionado a actividades mineras ilegales. Las Fuerzas Armadas han tomado el control de Buenos Aires y por ese motivo habría sido el ataque”, señaló Reimberg.

El ministro no descartó que la misma estructura delictiva esté involucrada en otros atentados registrados en las vías Guayaquil–El Oro y Machala–Cuenca, lo que evidencia una expansión coordinada de estos grupos.

Buenos Aires: el epicentro de la ofensiva

Las Fuerzas Armadas ejecutan el Plan de Posesión Total en la Zona Minera Norte, ubicada en Buenos Aires (Imbabura), considerada uno de los enclaves mineros ilegales más grandes del país.

En los sectores Mina Vieja, Mina Nueva, Mina El Olivo y Esperanza de Río Verde, el Ejército desplegó 300 efectivos, artillería pesada, fuego de mortero y aeronaves de alas fijas y rotativas para neutralizar las estructuras criminales.

El ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, anunció que se instalará un destacamento militar permanente para evitar que las mafias retomen el control. “Este es un ilícito que no se va a dar más en la provincia de Imbabura”, afirmó.

Capturan a cinco integrantes del Frente Oliver Sinisterra

Este lunes 20 de octubre, se ejecutó una operación de alto impacto que culminó con la detención de cinco presuntos integrantes del Frente Oliver Sinisterra (FOS), un grupo armado de origen extranjero vinculado a la minería criminal y al narcotráfico.

Según información de inteligencia militar, el FOS mantiene operaciones ilícitas en la frontera entre Ecuador y Colombia, donde controla corredores mineros ilegales y rutas de tráfico de armas y explosivos. En el operativo se incautaron fusiles de asalto, municiones de grueso calibre, chalecos militares de origen colombiano y otros pertrechos.

Minería ilegal: de conflicto económico a amenaza nacional

El Gobierno ha declarado la minería ilegal una amenaza directa a la seguridad nacional, al identificar que redes extranjeras y grupos locales operan de forma coordinada para financiar estructuras armadas.

La ofensiva militar en Buenos Aires es vista como un punto de quiebre en la estrategia estatal. Sin embargo, los atentados en Guayaquil y otras zonas del país confirmarían que los grupos criminales están dispuestos a escalar la violencia.

El Ejecutivo mantiene su posición de presencia militar sostenida en zonas estratégicas y ha advertido que esta ofensiva se extenderá a otras provincias.

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