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Guayaquil

"No matamos mujeres ni niños" gritaron presuntos sicarios tras ejecución en Guayaquil
Los presuntos sicarios obligaron a la hermana del menor asesinado a taparse los oídos y ejecutaron al adolescente frente a ella y su otra ñañita
La celebración por el primer aniversario de la pareja formada por Aladino Javier Simi Villalva y Ericka terminó en tragedia la madrugada de ayer. Aproximadamente a la 01:00, cuatro hombres ingresaron a una casa de la cooperativa Guerreros del Fortín, en el noroeste de Guayaquil, y dispararon contra los presentes.
En dicha vivienda, donde residían desde hace dos meses, se encontraban siete personas. Tres de ellas murieron: dos adultos fueron ejecutados en el mismo dormitorio y un adolescente de 17 años fue abatido en una habitación contigua, en presencia de sus hermanas de 14 y 10 años. Entre los fallecidos figura Luis Joao Vélez Ávila, de 25 años.
La madre del adolescente relató, entre lágrimas, los minutos de terror vividos dentro del hogar: “Estábamos celebrando con mi esposo y mi hermano; era nuestro primer aniversario. Mis hijos estaban en otra habitación cuando, de repente, escuchamos golpes y luego los disparos. Forzaron las cerraduras. Mi hermano me dijo: ‘Corre, protege a los bebés’. Yo agarré a mi hijo de tres años y cerré los ojos”.
Según su testimonio, los sicarios irrumpieron en la habitación donde estaban los hijos de 16, 14 y 10 años y obligaron a la niña de 14 a taparse los oídos con la advertencia de que ejecutarían a su hermano.

“Le dijeron: ‘Suéltale la mano y tápate los oídos, no matamos mujeres ni niños’, y le dispararon a mi hijo en la cabeza. A mi esposo y a mi hermano también les dispararon en la cabeza. Actuaron de forma brutal, sin importarles que había niños”, expresó.
Ericka añadió que los delincuentes, luego de perpetrar el crimen, se llevaron un televisor, una tablet y cuatro celulares, incluido el de ella. Posteriormente le enviaron un mensaje a otro familiar, amenazando con continuar asesinando a sus seres queridos. “Le escribieron: ‘Anda a recoger los muertos, ya solo faltas tú y tu madre’. No entiendo la razón de este ataque”, manifestó Ericka.
El adolescente, presunto objetivo
La madre del menor de edad les dijo a los policías que llegaron a la escena del crimen que hace dos días, la tutora del colegio donde estudiaba el adolescente le había comunicado que su hijo portaba armas y drogas dentro de la unidad educativa.
“Al regresar de su trabajo en la venta de camarón, conversó con su hijo sobre lo sucedido en el colegio. Él le comentó que había recibido amenazas, indicándole que debía portar las armas y sustancias. Caso contrario, atentarían contra su vida. Desde entonces, el menor dejó de asistir al colegio”, dijo el investigador.
Por su parte, otro familiar de los occisos declaró que el robo también podría haber sido el móvil del atentado, ya que el padrastro del adolescente había recibido dinero de una liquidación.
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