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Quito

Hubo todo tipo de comida cerca de los recintos electorales, en el sur de Quito.Franklin Jacome

Comida, carbón y voto: así se vive el domingo de consulta popular en el sur de Quito

El aroma del carbón compitió con las urnas mientras decenas de emprendedores aprovecharon la jornada para servir de todo. Conoce los detalles

En los recintos del sur de Quito, este domingo de consulta popular (16 de noviembre de 2025), la democracia tuvo sabor, olor y humo. Desde temprano, mientras ciudadanos llegaban a sufragar, el ambiente se impregnaba del aroma del carbón encendido, del hornado recién servido y del caldo humeante que salía de las carpas alrededor de varias unidades educativas. La comida típica —como en cada elección— volvió a ser protagonista.

EXTRA recorrió distintos puntos en el sur capitalino, donde se instaló una amplia feria gastronómica y artesanal. Se vendía literalmente de todo: hornado, yaguarlocro, tortillas, menudo, quimbolitos, hot dogs, asados, pinchos de pollo, papitas con cuero, además de jugos, café, té y postres. Cientos de votantes aprovechaban la salida del recinto para “recargar energías” antes de continuar con sus actividades.

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Los comerciantes explicaron que esta jornada no se improvisa. Muchos de ellos se preparan hasta con dos semanas de anticipación: tramitan permisos, coordinan espacios, revisan carpas, distribuyen mesas y sillas y organizan su oferta para recibir a los clientes. La meta: que los ciudadanos lleguen a votar 'bien comiditos' o que, al menos, regresen a casa con la 'barriga llena'.

Las voces de quienes cocinan la tradición electoral

Rosario Romero, de Picantería Charito, contó que la venta estuvo movida desde temprano. Ofrece hornado, tortillas, caldo de gallina y menudo con morcilla, “todo hecho por mis manos”, recalca. Aunque estaba en una carpa, recalca que su negocio está ubicada frente al Santa María de Chilibulo y anima a la gente a probar sus platos: “Todo bien rico, bien sabrosito. Que vengan a comer”.

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A pocos metros, Verónica Valdez, de Los asados de la abuela, colocó una parrilla que no descansó durante toda la mañana. Tiene pinchos de pollo con choclo y ensalada, además de caldo de gallina y horneado. Los precios van desde $ 2.25. “Estas votaciones nos ayudan a impulsar nuestros emprendimientos”, señala. Explica que en Quitumbe, al frente de la Universidad Salesiana del sur, se instalaron al menos 24 emprendimientos, entre artesanías, gastronomía y jugos.

Entre las carpas también estaba Mariela Palacios, de Las papitas con cuero de Carmita. Su oferta es sencilla pero popular: papitas con cuero a $ 2 y quimbolitos con té o café a $ 1,25. “Nos organizamos dos semanas antes porque somos un gremio de emprendedores. Nos revisan permisos y que todo esté en orden”, explica mientras atiende a votantes que hacen fila.

Otra carpa llamaba la atención por su pregón: Amparo Aldás, de Delicias de Quitumbe, ofrecía “30 centímetros de placer en su boca”, refiriéndose a sus hot dogs gigantes. También vendía huevo chileno y bebidas calientes. “Aprovechen que vienen a votar y vengan a comer. No se van a arrepentir”, decía entre risas mientras invitaba a los transeúntes.

En Solanda abundó el hornado, en varios puestos cerca de la estación del Metro de Quito.Franklin Jacome

Tradición que se mantiene en el sur de Quito

Para muchos de estos comerciantes, la consulta popular representa uno de sus mejores días del año. La afluencia masiva y la concentración de personas permiten mover la economía popular y dar visibilidad a emprendimientos que, en su mayoría, funcionan en casas o pequeños locales barriales.

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