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Quito

Karina Suárez, junto a su gallo Pucho, ha asistido cuatro años consecutivos a este evento.GUSTAVO GUAMAN

Gallos, conejos y perros religiosos: las mascotas de Quito que tienen devoción

Los creyentes fueron con sus seres queridos de cuatro patas y plumíferos. Aseguran que ellos son parte esencial de sus familias y fueron bendecidos

Zoe, una perra mestiza de dos años, fue a un centro de estética canina para que le pintaran las uñas de rosa y le peinaran su pelaje. Luego, su tutora Reina Torres 1a llevó a una tienda de mascotas para comprarle un traje de bautizo.

Ambas llegaron desde Tulcán a la Plaza de San Francisco, en el Centro Histórico de Quito, para recibir la bendición. El sábado 4 de octubre se celebró el Día Mundial de los Animales y, además, se rindió un homenaje a San Francisco de Asís, patrono de la naturaleza.

En la capital, este es un evento que congrega a miles de familias católicas que llevan a sus mascotas para ser consagradas en un acto simbólico.

Los sacerdotes utilizaron dos baldes de agua bendita cada uno durante la ceremonia.GUSTAVO GUAMAN

Reina comentó que el viaje de más de cuatro horas tenía como objetivo que su perrita tuviera un vínculo más cercano con Dios, sobre todo después de saber que casi muere en sus brazos.

En diciembre del año pasado, durante las fiestas de fin de año, la perrita corría asustada por la pirotecnia y, en un descuido, fue atropellada por un taxi. Sus dueños, al parecer, pensaron en sacrificarla debido a que el animalito terminó con la columna desviada, pero Reina decidió adoptarla. “Los perros son muy nobles y merecen ir al cielo”, aseguró.

Animales fueron bendecidos

Los feligreses que asistieron a la ceremonia llevaron a sus mascotas vestidas con las mejores galas. Unos tenían traje formal, otros iban con capucha, e incluso, hubo animales que todavía tenían puesta la pijama, como que no alcanzaron a arreglarse para salir.

Sin embargo, esto no fue lo que llamó la atención de los presentes, sino la inusual presencia de otro tipo de animales como conejos, roedores, pajaritos y hasta gallos.

Mayra Fuentes y sus hijas llevaron a su mascota Loly, una coneja de 4 meses.GUSTAVO GUAMAN

Karina Suárez llevó uno de estos últimos. Su nombre es Pucho y tiene 4 años. Ella lo cargaba como si fuera un bebé.

Karina indicó que su mascota no es de las tradicionales, pero aún así, la ama como una integrante más de su familia. De hecho, comentó que Pucho tiene su propia casita, desayuna con ella y hasta ven juntas las novelas en la televisión.

La propietaria del ave recordó que le rescató en un parque de Chaguarquingo cuando aún era un polluelo y se estaba desorientado tras la caída de un fuerte aguacero.

Una variedad de animales con fe

Cerca de esta particular pareja, Mayra Fuentes sostenía una jaula en cuyo interior estaba Loly, una coneja vestida de rosa, elegante para la ocasión.

Su dueña aseguró que son devotos de San Francisco de Asís y que asisten algunos años a esta ceremonia. “Dios creó a los animales con el propósito de darnos compañía y enseñarnos bondad hacia los humanos”, afirmó.

Algunos feligreses llevaron a sus perros en coches de bebé.GUSTAVO GUAMAN

Amor a las mascotas

Fray Édgar Abad, guardián del convento máximo de San Francisco, señaló que los animales se han convertido en un pilar de unión dentro de las familias quiteñas. Añadió que, desde la fe católica, las mascotas son criaturas que enseñan a amar y cuidar a los demás.

El religioso, junto a otro sacerdote, salió con dos baldes de agua bendita para purificar a los animales que se acercaron a la Plaza de San Francisco. No esperaba que llegaran miles de personas, por lo que tuvieron que preparar dos baldes adicionales para que alcanzara la ‘santificación’ de todas las mascotas presentes.

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