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Quito

Gladys sostiene dos de sus creaciones elaboradas con material reciclado.ANGELO CHAMBA

Pesebres con reciclaje: la artesana quiteña que crea pueblos en miniatura por Navidad

Comerciantes ofrecen su producto para escenificar el Nacimiento de Jesús y arreglar el árbol. Una señora recrea escenas con sus propias manos

Gladys Pallasco utiliza su creatividad y habilidad manual para fabricar pueblos en miniatura y ofrecerlos como producto estrella en una feria navideña, en Carcelén, al norte de Quito.

Utiliza material reciclado y recoge restos de objetos para elaborar sus obras de arte. Papel higiénico, palos de pincho, piedras de acuario, pelos de escoba, entre otras cosas, son ideales para las escenas mágicas que exhibe en su puesto.

Creatividad en sus manos

Sus pueblitos a escala pretenden representar el pesebre navideño, una escenificación del nacimiento de Jesús en Belén que simboliza la llegada de la Navidad. Reyes Magos de cartón, una Sagrada Familia de madera, pastores y ángeles con cabellos de paja, entre otros “experimentos creativos”, son las figuras más cotizadas.

Las figuras para los pesebres son traídas de Perú y Colombia.ANGELO CHAMBA

Gladys cuenta a EXTRA que, desde que su esposo falleció, hace 27 años, se dedicó a la agricultura. Tiene un terreno propio en Prados del Condado, donde siembra habas, maíz y otros tipos de granos.

Confiesa que la pérdida de su pareja, con quien tuvo seis hijos, le afectó emocionalmente y que le recomendaron mantener su mente ocupada. Entonces, al pasar por la calle Rafael Carvajal y ver la feria navideña, se enamoró de las luces y del sonido de la música de la época, y decidió colocar un puesto.

Desde que empezó en este nuevo reto como comerciante, ya ofrecía sus escenas bíblicas elaboradas con material reciclado. En ese momento, reconoce que las figuras no se veían muy profesionales, pero con el tiempo se convirtió en la única vendedora dedicada a fabricar sus propias figuras.

También trae otros productos de Colombia, Perú, Ambato y Pujilí, porque asegura que no a todos les gustan los pesebres.

Los clientes buscan de todo para adornar sus domicilios por estas fechas.ANGELO CHAMBA

Gladys afirma que la feria de la calle Rafael Carvajal es la más popular de Carcelén. Tan grande es la acogida que tiene, que las comerciantes trabajan hasta la mañana del 1 de enero. “Celebramos el Año Nuevo aquí mismo, trabajando”, dice.

Una tradición en ventas

Abigail Pacheco tiene 18 años y empezó a trabajar en la feria en este 2025. Labora para sus familiares y el giro de su negocio es diferente al tradicional, ya que venden peluches, dulces y adornos relacionados con la Navidad.

Los productos los traen de distintos lugares del país y, según ella, le han permitido marcar la diferencia en el lugar y tener clientes específicos. Cuando la joven llegó, algunas de sus compañeras le comentaron que esa vía es conocida como la “calle de las ratas”. Ella no dijo nada, pero se quedó preocupada.

Sin embargo, cuando se hizo amiga de Gladys, esta le explicó que lleva ese nombre porque, hace años, estos animales salían de las alcantarillas, se cruzaban por los puestos, mordían los cables de luz y hasta se robaban algunos objetos.

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