En Lagarto, parroquia del cantón Eloy Alfaro, todos sabían que Manuel Anderson Cuero Rodríguez —“Chon”, como lo llamaban con afecto— no aguantaba más de una semana sin internarse en el monte.

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En Lagarto, una parroquia del cantón Eloy Alfaro, todos sabían que Manuel Anderson Cuero Rodríguez, conocido popularmente como 'Chon', no podía pasar más de una semana sin internarse en el monte. 

Era su escape, su pasión y, a veces, su sustento: salir con la escopeta al hombro, caminar por senderos que conocía de memoria y perderse entre el canto de las aves y el crujir de la hojarasca bajo sus botas. La cacería no era para él un pasatiempo ocasional, sino una costumbre casi ritual que practicaba desde adolescente.

Según relataron sus familiares, Anderson había salido la mañana del lunes a cazar, como solía hacerlo con frecuencia. Sin embargo, al caer la tarde y notar que no regresaba, la preocupación creció entre sus seres queridos. Iniciaron una intensa búsqueda que se extendió hasta el sector de la Y de San Francisco de Onzole, donde finalmente dieron con la escena más temida.

La búsqueda terminó en tragedia

El cuerpo del joven presentaba señales de tortura y había sido decapitado. A pocos metros, la motocicleta en la que se movilizaba fue hallada completamente calcinada, lo que evidencia la brutalidad del crimen.

La noticia generó conmoción en la comunidad, donde Anderson era apreciado por su carácter tranquilo y su amor por las actividades rurales. Hasta el momento, las autoridades no han revelado hipótesis oficiales sobre las causas de este violento asesinato, pero equipos de investigación ya se encuentran en el lugar recabando indicios.

El crimen, de una violencia extrema, ha dejado consternados a familiares, amigos y vecinos, quienes exigen justicia y mayor seguridad en la zona para evitar que hechos como este vuelvan a repetirse.

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