Un operativo policial terminó en persecución, disparos y un accidente vehicular la madrugada de este sábado 28 de junio de 2025, en el sector de la vía a Zabala, en el norte de Quito. Según informó la Policía Nacional en su cuenta oficial de X, cinco personas se movilizaban en un vehículo y habrían estado implicadas en un robo a personas, lo que activó la alerta del ECU911.

Los agentes localizaron el automóvil y al intentar interceptarlo se desató una persecución. Durante el seguimiento, los ocupantes del vehículo abrieron fuego contra los uniformados. En respuesta, los policías hicieron uso legítimo de la fuerza y lograron herir a uno de los sospechosos, quien quedó tendido en el suelo y fue posteriormente trasladado a una casa de salud. Una imagen muestra al presunto delincuente con las manos esposadas en una camilla, recibiendo atención médica.

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El escape terminó cuando el automóvil se estrelló contra una pared. La escena del accidente revela el carro parcialmente incrustado en un muro, con las puertas abiertas y luces encendidas.

Las evidencias encontradas por la Policía

Dentro del vehículo siniestrado, los agentes hallaron ocho teléfonos celulares y una laptop, presuntamente robados. Uno de los sujetos fue aprehendido. Según los registros policiales, este individuo tiene antecedentes penales por asociación ilícita, receptación, hurto, ingreso de objetos prohibidos a centros de detención y violación de propiedad privada.

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Las investigaciones continúan para determinar el paradero del resto de ocupantes del vehículo, así como su participación en otros hechos delictivos.

¿Qué es el uso legítimo de la fuerza en Ecuador?

El uso legítimo de la fuerza es una facultad otorgada a los miembros de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas en Ecuador, para actuar en situaciones en las que sea necesario proteger la vida propia o la de terceros, o cuando exista un riesgo grave para el orden público.

Esta figura está regulada principalmente en el Código Orgánico Integral Penal (COIP), que establece que no se incurre en responsabilidad penal cuando la fuerza se emplea en legítima defensa o en cumplimiento de un deber legal, siempre que se utilice de manera proporcional, progresiva y necesaria.

Además, desde la reforma legal aprobada en 2022, los policías están respaldados por la Ley de Uso Progresivo de la Fuerza, que les permite actuar con mayor seguridad jurídica. Esta norma establece que los agentes pueden utilizar desde técnicas disuasivas hasta armas letales, dependiendo del nivel de amenaza.

No obstante, el uso excesivo o arbitrario de la fuerza puede ser sancionado. Por ello, cada intervención armada debe ser reportada, justificada y sujeta a protocolos de actuación. En casos donde hay heridos o fallecidos, se inician investigaciones internas y judiciales para determinar si hubo proporcionalidad en la respuesta. En el caso ocurrido en Quito el 28 de junio, la Policía indicó que los antisociales dispararon primero, lo que motivó la reacción armada de los agentes, enmarcada en este principio legal.

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