Una presunta red delictiva que habría sido integrada por policías y civiles habría utilizado las principales bodegas de la Policía Nacional del Ecuador, ubicadas en el norte de Quito, como fuente de abastecimiento de armas y municiones para organizaciones criminales en Guayaquil. El caso fue expuesto este jueves 3 de julio por la Fiscalía y la Policía, en el marco de la operación denominada Depuración Azul.

De acuerdo con las investigaciones, el armamento habría tenido como destino a dos grupos de delincuencia organizada (GDO) asentados en el Puerto Principal: la Mafia 18 y los Freddy Krueger. Estas bandas habrían adquirido pistolas por mil dólares y paquetes de 50 municiones por aproximadamente 500 dólares.

¿Cuántas personas integraban esta presunta red con policías?

La red presuntamente estaba integrada por al menos 10 personas, de las cuales ocho eran policías (siete en servicio activo y uno en servicio pasivo), y dos eran civiles. Entre estos últimos figura un taxista, quien habría colaborado con el transporte de las armas. Otro de los involucrados fue detenido días antes, cuando intentaba retirar un paquete de armamento enviado por mensajería, camuflado como repuestos de vehículos.

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Los allanamientos se ejecutaron de forma simultánea en Pichincha, Guayas, Cotopaxi e Imbabura, y alcanzaron instalaciones sensibles como la Dirección Nacional de Logística de la Policía, los rastrillos (centros de acopio de armamento de las zonas policiales) y la cárcel de Latacunga, donde uno de los implicados se encontraba recluido.

Los rangos de los detenidos en el caso Depuración Azul

Según el reporte oficial, los uniformados detenidos ostentaban rangos de cabos y sargentos. Su posición dentro de la Dirección de Logística les habría permitido acceso privilegiado al arsenal de dotación oficial. Desde allí, presuntamente sustraían armas y municiones justificando salidas para entrenamientos o utilizando métodos irregulares de manipulación y reparación.

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Durante los operativos se incautaron al menos cuatro armas de fuego, cerca de 2.000 cartuchos, 25 teléfonos celulares, equipos tecnológicos, una radio de comunicación y otros elementos propios de uso policial. Las autoridades no descartan que existan más lotes contaminados, por lo que la investigación continúa abierta.

Los roles que habrían ostentado los sospechosos del caso Depuración Azul

En rueda de prensa se explicó que la estructura tenía posibles roles definidos: algunos habrían sido responsables del acopio y sustracción, otros de la distribución, reparación y camuflaje del armamento. Incluso se habrían identificado actividades como la reparación de armas civiles, lo que indica que la red, al parecer, también ofrecía servicios para el crimen organizado.

Todos los implicados fueron puestos a órdenes de la autoridad competente para la respectiva audiencia de formulación de cargos. Una fuente policial mencionó que la posible infracción a investigar sería delincuencia organizada, delito que podría derivar en penas privativas de libertad de hasta 13 años, según el Código Orgánico Integral Penal (COIP).

El caso Depuración Azul ha generado alarma por la gravedad del involucramiento policial. Las instituciones han asegurado que el proceso busca depurar las filas y evitar que la Policía, encargada de combatir al crimen, termine alimentándolo desde dentro.

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