Luego de un reportaje publicado por diario EXTRA el pasado domingo 22 de junio, en el que denunciaba las constantes fiestas, borracheras, escándalos, venta y consumo ambulante de licor y hasta de droga en los exteriores de la Universidad de Guayaquil, las autoridades han tomado cartas en el asunto.

(Lea también: Guayaquil: Persecución en la Perimetral deja tres capturados con armas largas)

El problema se suscitaba en la calle Quisquís, en la parte posterior del centro de educación superior, en parte por la falta de iluminación en la zona, pues todas las luminarias a lo largo de este paseo peatonal estaban dañadas o fundidas.

Sin embargo, una semana después de la publicación, los reflectores han sido reparados, volviendo el lugar más visible y ahuyentando a la mayoría de estudiantes y ciudadanos ajenos a la Universidad que se instalaban a libar en el sitio.

¿Qué dicen los estudiantes y residentes sobre el arreglo de luminarias en los exteriores de la Universidad de Guayaquil?

“El martes que vine ya me encontré con todo esto alumbrado, me parece excelente porque a la universidad se viene a estudiar, no a andar tomando o drogándose. Más de uno primero venía a ‘chupar’ y así ‘entonado (borracho) entraba a clases y en las aulas”, explicó una estudiantes que prefirió no identificarse.

(También le puede interesar: Guayaquil: Troncal 4 de la Metrovía decepcionó en su primer día de operaciones)

Otra residente de esta problemática calle indicó que es cierto que han disminuido los inconvenientes, pero que no se hacía ilusiones porque ya ha ocurrido lo mismo, pero con el pasar de los días el asunto vuelve como antes. “Con el reportaje del año pasado, asimismo, como diez días estuvo tranquilo y luego de a poco regresó el relajo”, relató.

Sobre este dilema, el alcalde Aquiles Álvarez había expresado el pasado miércoles 14 de mayo: “no vamos a permitir que el malecón del Salado, un espacio para la familia y el descanso, se convierta en cantina. A los informales que expenden licor en la vía pública: se les acabó el desorden. Operativos van a seguir y se van a intensificar”.

Sin embargo, durante un recorrido de este diario por la zona este jueves 26 de junio, no se observó ninguna patrulla o agente de control municipal rondaba la calle, algo que sí ocurría en semanas previas, cuando el desorden era más notorio.

En las bancas aún se observó a personas bebiendo, pero con mesura, sin realizar escándalos ni escuchando música a todo volumen, como venía ocurriendo hasta la semana pasada.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!