La nueva Cárcel del Encuentro, ubicada en la provincia de Santa Elena, se ha convertido en el centro penitenciario más vigilado y comentado del país, en los últimos días. 

Este complejo, presentado por el Gobierno como la “obra emblema” para enfrentar la crisis carcelaria, fue construido con estándares de máxima seguridad para albergar a internos considerados de alta peligrosidad, entre ellos el exvicepresidente Jorge Glas.

¿Dónde está la nueva cárcel?

El penal se levanta en la comuna Juntas del Pacífico, en la zona de Bajada de Chanduy, dentro del cantón Santa Elena. Se trata de un terreno de aproximadamente 37 hectáreas, ubicado en un sitio rural y de difícil acceso, lo que refuerza el aislamiento de los reclusos.

Los primeros traslados se realizaron el 10 de noviembre de 2025, cuando varios internos fueron llevados a esta nueva cárcel bajo un fuerte operativo de seguridad. El Gobierno informó que en esta primera fase ingresaron alrededor de 300 reos, incluidos presos catalogados como de alta peligrosidad.

El complejo cuenta con tres niveles de control: supermáxima, máxima y alta seguridad, según detallaron fuentes oficiales. Cada módulo fue diseñado para minimizar el contacto entre los internos y prevenir que el centro se convierta en un nuevo punto de operación del crimen organizado.

Sistemas de seguridad

El ministro del Interior, John Reimberg, destacó que el penal está equipado con sistemas tecnológicos avanzados para impedir el ingreso de objetos prohibidos. Además, dispone de instalaciones médicas internas, con el fin de evitar traslados a hospitales y así reducir los riesgos de fuga o manipulación del sistema judicial.

Entre los elementos incautados y medidas aplicadas están detectores de metales, cámaras de circuito cerrado, muros reforzados y torres de vigilancia perimetral.

La construcción del complejo habría costado un aproximado de 52 millones de dólares, con participación de la empresa estatal China Road and Bridge Corporation y el grupo español Puentes.

La cárcel tiene capacidad para unos 800 internos y fue concebida como el primer paso de un nuevo modelo penitenciario en Ecuador, tras los recientes episodios de violencia que dejaron decenas de muertos en otras prisiones del país.

El objetivo con esta cárcel

El Gobierno sostiene que la Cárcel del Encuentro es una infraestructura “modelo” que permitirá recuperar el control penitenciario y garantizar que los reclusos cumplan sus condenas bajo estrictas condiciones, sin privilegios ni comunicación con el exterior.

El traslado de Jorge Glas a este centro marca un punto clave en la estrategia estatal frente a la crisis carcelaria, que en los últimos meses ha derivado en masacres, fugas y asesinatos dentro de los centros de rehabilitación social.

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