Las heridas del paro nacional que estalló el 22 de septiembre y se extendió durante un mes siguen abiertas. En Otavalo, epicentro del levantamiento, el recuerdo de la protesta aún marca la cotidianidad y el debate político que acompañó la jornada electoral de este 16 de noviembre.

Durante la votación, muchos ciudadanos destacaron justamente ese origen. David Andrade, del pueblo Otavalo, fue tajante ya que, a su criterio, la propuesta de redactar una nueva Constitución significaría un retroceso. Considera que ninguna de las preguntas soluciona los problemas reales del país.

Para Lenin Dávila, también otavaleño, el paro fracturó al cantón. Aunque reconoció ese impacto, afirmó que apoyó la pregunta del referéndum sobre la convocatoria a una Asamblea Constituyente para elaborar una nueva Constitución. “Sí hay vacíos que deben corregirse”, señaló.

Entre los votantes, la crítica hacia el referéndum se repitió. Luis Morán, quien sufragó en la Unidad Educativa Modesto Peñaherrera, en Cotacachi, apoyó la movilización porque cree en el derecho a la protesta. Sin embargo, opinó que la consulta no solucionará la crisis económica ni la inseguridad que afecta al país.

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Nada de turismo en Cotacachi y Otavalo

Otros ciudadanos, como Flora Terán, comerciante del centro de Cotacachi, tenían una visión distinta. Ella recordó que las movilizaciones afectaron directamente su negocio, ubicado cerca de una institución educativa. “Como no había clases, no vendía nada. Ahora recién nos vamos recuperando. Espero que la consulta ayude a mejorar la situación”.

Lo que sí une a todos es la urgencia de reactivación económica. En la Plaza de Los Ponchos, en Otavalo, los comerciantes esperaban ayer un movimiento mayor por la jornada electoral, pero la realidad fue distinta.

Jorge Guagcha, vendedor de ropa y sandalias, explicó que la actividad comercial sigue lejos de los niveles previos al paro. Antes lograba ventas semanales de 500 dólares; hoy registra una caída del 30%. “La gente se quedó con la idea de que somos un pueblo violento, pero no es así. Espero que esto cambie”.

La escena se repitió en el puesto de José Antonio Pastiso. Desde las ocho de la mañana solo vendió una faja. Recordó que en otros procesos electorales el flujo de visitantes y de ventas era mayor. El proceso electoral en Otavalo y Cotacachi se desarrolló con normalidad. En ambos cantones sufragaron más de 148.000 personas.

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