Un soldado de las Fuerzas Armadas izó la bandera del Ecuador en una de las tres astas situadas en el patio central de la Unidad Educativa España, de San Miguel del Común, en el norte de Quito.

Así se dio inicio a las elecciones por el referéndum y consulta popular 2025 en esta zona de la capital que se convirtió en el epicentro de las protestas sociales que se iniciaron luego de la eliminación del subsidio al diesel por parte del Gobierno.

Una zona conflictiva

Durante septiembre y octubre de este año, en esta comuna hubo fuertes enfrentamientos entre manifestantes y fuerza pública. Además, se obstaculizaron algunas arterias principales como la Panamericana.

Contraste electoral

En ese entonces, las banderas tricolores no flameaban por actos cívicos, sino que servían como símbolos de protesta. Los manifestantes cubrían con estas telas a sus escudos artesanales o las levantaban como un mensaje de paz.

El humo de las llantas quemadas se transformó en vapor que desprenden las ollas en las que los comerciantes calentaban papas con cuero y recibían a los sufragantes. Una de ellas fue Aracely Simbaña quien, junto a su madre fueron de las primeras personas en entrar al recinto electoral a ejercer su derecho al voto.

Ella comentó que este tipo de convocatorias ciudadanas deben traer una salida a la inseguridad y desempleo que vive el país. Añadió que si San Miguel del Común fue una de las localidades que más resistió durante las movilizaciones fue porque su gente siente la falta de trabajo y cómo el crimen incrementó.

La jornada de este 16 de noviembre, los habitantes se vieron nuevamente frente a militares y policías. La diferencia era fue que ya no había palos, piedras y humo lacrimógeno sino papeletas de votación.

El pedido ciudadano

Mónica Martínez fue junto a sus dos hermanas a sufragar a un colegio de Calderón, norte de Quito. Una de ellas tiene problemas de salud y, Mónica con su otra hermana, la apoyan para movilizarse.

Mientras la señora se dirigía con su papeleta para marcar la opción que consideraba correcta, Mónica conversó con Diario EXTRA y pidió al Gobierno que esta consulta popular debe traer mejores días a los ecuatorianos en temas de seguridad y salud.

Recordó que hace una semana, mientras esperaba el bus para regresar a su casa, un sujeto se le acercó con un cuchillo y le robó el anillo de matrimonio que lo conservaba por más de 50 años.

Por otra parte, señala que su hermana no tiene acceso a todos los medicamentos que cubren su tratamiento. Asegura que en el hospital público en el que se hace atender no hay la pastilla que necesita desde hace varios meses. “Nosotros tenemos que reunir dinero para ayudarla”.

La primera vez en elecciones

En el colegio Juan Montalvo, centro norte de Quito, Julian, adolescente de 16 años, espera con ansias para ingresar a una junta receptora del voto y sufraga por primera vez en su vida. Fue acompañado de su madre, su hermano y su perro llamado jefazo. El chico estaba vestido con camisa y corbata, como si fuera a una entrevista de trabajo. Todo un patriota.

El joven dijo que junto a su madre conversan a diario sobre los problemas que atraviesa el país y que eso lo motivó a unirse a este ejercicio democrático “que busca darle un cambio para bien al Ecuador”. Julián se puso un poco nervioso, pero salió satisfecho con su primera papeleta de votación.

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