Así funcionaba el centro de rehabilitación clandestino de Quito donde mataron a un joven
La víctima falleció por un golpe en la cabeza. Pese a esto, la Fiscalía no halló pruebas necesarias. Experta advierte de proliferación de centros ‘truchos’

Los policías detuvieron a dos sujetos dentro de la clínica de rehabilitación.
Los dos internos de un centro de rehabilitación que fueron detenidos por la muerte de su compañero, Estalin Morocho, fueron puestos en libertad luego de la audiencia de formulación de cargos.
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Según el expediente del caso, al que EXTRA tuvo acceso, la Fiscalía alegó que no contaba con los elementos necesarios para procesar a los aprehendidos por el delito de asesinato.
Así ocurrió el crimen
El 24 de diciembre, los moradores de Alangasí, al oriente de Quito, alertaron al ECU 911 que los internos de un centro de rehabilitación estaban huyendo del establecimiento.

En este sitio fue donde hallaron al joven sin vida.
A su llegada, los encargados del lugar les habrían comentado a los policías que había un fallecido en el segundo piso y que por eso enviaban al resto al patio y a los exteriores.
Los agentes subieron y hallaron el cadáver de Morocho, que presentaba aparentes lesiones en todo el cuerpo. Horas más tarde, la autopsia reveló que la causa de muerte fue un golpe con algún objeto contundente en el cráneo.
Investigación y captura
Los investigadores entrevistaron a los internos, quienes señalaron a dos de sus compañeros como los presuntos causantes del hecho violento. Según los testimonios, la noche anterior se había desarrollado un evento por Navidad y Morocho, supuestamente, se comportó agresivo.
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Al ver dicho comportamiento, los encargados lo habrían sometido y llevado al baño, donde supuestamente lo ducharon con agua fría. Sin embargo, esto no habría calmado a Morocho y, al parecer, lo amarraron de pies y manos.

La audiencia se llevó a cabo en la Unidad de Flagrancia del centro - norte de Quito.
Así se habrían ido a dormir los internos del centro de rehabilitación. Durante la madrugada, uno de ellos escuchó los gritos del ahora fallecido, pero supuestamente no pudo hacer nada, por temor a que se desquitaran con él.
Como parte de las evidencias levantadas en la escena, personal de Criminalística encontró una media blanca con manchas de sangre.
Personal del Municipio comentó que este centro de rehabilitación fue clausurado a inicios de este año por irregularidades en los permisos de funcionamiento. De hecho, cuando los policías tomaron fotos de la fachada, se podía observar rastros del adhesivo que evidencias la clausura.
Abandonados al maltrato
Ana Minga, perfiladora criminal, explica que se han proliferado los centros de rehabilitación clandestinos porque, según ella, el tratamiento de salud para sacar a una persona de las drogas es muy costoso.

Este centro fue clausurado a inicios de este año.
Añade que la mayoría de personas que llegan a estos sitios ‘truchos’ no tienen una estructura familiar organizada y poseen perfiles con comportamientos disfuncionales, lo que facilitaría que se conviertan en objetivos fáciles de maltratos físicos y psicológicos.
Advertencia
Minga advierte que a eso se debe sumar los perfiles psicológicos de quienes atienden a los internos. Según la experta, ellos ven a los adictos como personas desechables y por eso no les dan un tratamiento adecuado.
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Por si fuera poco, en el centro de rehabilitación deben lidiar con exconvictos o personas envueltas en delitos. En este caso, por ejemplo, uno de los detenidos por el crimen de Morocho tiene varios antecedentes penales por robo y tráfico de droga.