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Diario Extra Ecuador

Novena de Navidad: La tradición que resiste en un barrio popular del sur de Quito

Los participantes se reúnen en la casa de doña Jenny, donde comparten experiencias, cantan y rezan para mantener viva la Navidad en el barrio.

Los participantes tocan instrumentos de percusión y aplauden mientras cantan los villancicos.

Los participantes tocan instrumentos de percusión y aplauden mientras cantan los villancicos.Leonardo Velasco Palomeque

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Un grupo de vecinos mantiene la tradición de la novena como un acto íntimo y de convivencia entre sus seres queridos. Oran, cantan, se ríen y comparten este momento religioso como en las generaciones de antaño.

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Once familias que viven en el pasaje Pastaza, en la Ciudadela México, un barrio popular del sur de Quito, acuden al domicilio de Jenny Pozo, la anfitriona de este evento católico.

Así inició la novena

Ella comenta que hace 15 años se jubiló y se dio cuenta de que la Navidad era muy aburrida en su barrio. Había luces adornando los portales y música sonando en los balcones, pero la señora consideraba que faltaba más unión. Entonces se propuso reforzar la amistad con una novena colorida.

Por cada familia del barrio hay un niño Jesús que las representa.

Por cada familia del barrio hay un niño Jesús que las representa.Leonardo Velasco Palomeque

Religión y amistad

Cada año, Jenny destina la mitad del espacio de su sala para armar el pesebre, un altar para figuras del Niño Jesús y un árbol de Navidad.

Los arreglos parecen escenas a escala sacadas de alguna película de fantasía. Musgo, algodón, figurillas de cerámica y hasta un calefactor hacen parte de la ‘miniescenografía’.

Un niño de cinco años, quien lleva puesto un gorro navideño, reparte algunas panderetas a los asistentes, para que marquen el ritmo cuando se entonen los villancicos.

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Cerca de él, un adolescente con traje formal, a quien de cariño le dicen Al Capone, agarra el control del equipo de sonido y, como si fuera una de las tareas más importantes del momento, cambia de canción y lleva el orden de la novena.

Los residentes del barrio comentan que hace algunos años solían ir sacerdotes para acompañar la novena, pero dejaron de ir por el incremento de la inseguridad en la zona.

Los residentes del barrio comentan que hace algunos años solían ir sacerdotes para acompañar la novena, pero dejaron de ir por el incremento de la inseguridad en la zona.Leonardo Velasco Palomeque

Unión del barrio

El octavo día de este ejercicio de devoción es dedicado a la familia y a los amigos. Al finalizar la práctica, Jenny hizo un llamado a los más jóvenes de la sala para instarlos a mantener viva esta tradición y, sobre todo, “proteger a los más viejitos”.

La señora insistió en que este tipo de actos deben ser un vínculo para fortalecer los lazos entre la comunidad.

Además, les dijo que deben dedicar tiempo a la preparación de la novena, como ella lo ha hecho por más de 15 años. Y es que Jenny cuida hasta el más mínimo detalle, como por ejemplo emplastificar las hojas que contienen las oraciones que los creyentes deben decir.

La importancia de la religión

Olga Paguay es una de las vecinas que viven esta tradición con vehemencia. Ese día fue disfrazada de uno de los reyes magos, para darle otro tinte a la novena.

Ella colabora al final de la reunión a repartir las tazas de té con un pedazo de pastel. Luego conversan acerca de los últimos chismes del barrio y se ríen de los chistes que cuentan los más pequeños.

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